Hasta hace dos semanas, entre los accionistas de Obras Sanitarias Mendoza (OSM) seguía debatiéndose acerca los planes para 2009 y la posible salida de algunos accionistas.
Pero una decisión adoptada en París por la cúpula de Saur International, hasta ahora el grupo controlante de la empresa, cambió el escenario: Saur fue vendida y la nueva conducción decidió que se quedará en Mendoza, además de encarar un plan de expansión en el resto de América Latina donde tenían presencia sus antecesores.
Para la actualidad de OSM, la medida de Cece, el nuevo accionista mayoritario y controlante de la empresa, representa un verdadero giro de 180 grados respecto de los planes anteriores. Cabe recordar que la intención de la anterior conducción de Saur, hoy desplazada, era resolver su salida de la provincia como del resto del continente una vez cumplidas ciertas condiciones.
En los próximos días asumirán los futuros gerente general y representante en la Argentina, en remplazo de Robert Wogt y Rafael Calderero, respectivamente, ambos protagonistas de la larga puja con la Provincia por la renegociación del contrato de concesión del servicio. Esta contienda comenzó durante la gestión de Julio Cobos y, en lo que va del gobierno de Celso Jaque, aún mantiene aspectos sin resolver.
Entre otros, el más excluyente es el plan de compensación de obras de infraestructura por 48 millones de pesos a cumplimentar en la década que viene y el retiro de la demanda internacional interpuesta por Saur ante el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones), equivalente a u$s 200 millones.
Apertura y obras
Los cambios que se pretenden ahora, según fuentes de la empresa, se orientan en parte a una rotunda modificación de la política de comunicación para llegar a la opinión pública.
"A partir de la decisión de quedarse en Mendoza, el grupo apunta a un modelo más abierto en cuanto a la gestión, en el marco de una comunicación permanente de lo que se hace. Concretamente, que la gente vea a los operarios trabajando en la calle. En pocas palabras, nuevos aires", señaló el vicepresidente de OSM, Federico Qüerio.
En ese sentido, tal vez lo más relevante, al menos a nivel de anuncios, es lo que Qüerio definió como "una batería de proyectos de corto plazo": al menos 20 obras de expansión de redes de agua y cloacas, que incluirán mejoramiento de la infraestructura preexistente, algunas nuevas y, en palabras del directivo, "otras que habrá que empezar de nuevo".
Con un monto estimado de 25 millones de pesos y a ejecutar a partir de marzo, resta acordar cómo se implementará con el Gobierno. Precisamente la relación con el poder concedente es otro punto que quiere cuidar Cece, una multinacional que factura alrededor de 4.800 millones de euros anuales. De hecho, aseguran que propondrá al Ejecutivo designar un director estatal dentro de la mesa de decisiones de la empresa.
Paralelamente, según Qüerio, la empresa también quiere enfatizar en la necesidad del consumo racional de agua en la provincia. "Una demanda de 525 litros por habitante por día es difícil de soportar", aseguró, antes de comparar ese promedio con los 350 litros registrados en otras zonas del norte argentino como Santiago del Estero.
Por otra parte, desde Southwater, el restante accionista de peso en OSM, admitieron haber tenido "discrepancias con la anterior conducción, tanto en la acción como en la forma de comunicar".
El Ciadi y la posición oficial
Si bien Federico Qüerio consideró que "han pasado muchas cosas que hay que revertir pero lo importante es respetar lo firmado y mejorarlo en lo posible", trascendió que, al menos por ahora, los sucesores galos de Saur pedirán una nueva prórroga ante el Ciadi para que la acción internacional siga vigente.
Desde Casa de Gobierno, en tanto, relativizaron el efecto del cambio de manos dentro del directorio de OSM, sobre todo en cuanto a la posición del Ejecutivo frente al reclamo internacional y en particular a su anhelo de hacerse cargo de la operación técnica del servicio, que exige la compra el 20% de acciones clase C.
Fuentes cercanas al ministro de Infraestructura, Francisco Pérez, indicaron a Los Andes que "es sólo una modificación interna. Todo sigue igual".
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