María José Pérez, fiscala de la Niñez y la Adolescencia, informó que el día de ayer se colocaron carteles para advertir a los feligreses sobre el elevado índice de contaminación que tienen los cauces hídricos del área céntrica y adyacencias de la basílica de Caacupé.
Varios de los arroyos arrojaron un alto índice de contaminación. Los resultados más alarmantes son de los arroyos Ortega y Yacã Ro’ysã de esta ciudad.
Los técnicos de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), Pedro Florentín y Ramona Narváez –quienes fueron los encargados de extraer las muestras de ambos arroyos–, notificaron a la fiscalía que los resultados del procedimiento realizado 15 días atrás demuestran un elevado índice de contaminación de ambos cauces.
Por ello, la fiscala Pérez, juntamente con el intendente municipal de Caacupé, Arnaldo Alum, comenzó a colocar varios carteles a los costados de los afluentes, a fin de advertir a las personas sobre los riesgos y peligros que enfrenta en caso de bañarse o ingerir el vital líquido del lugar.
En el arroyo Yacã Ro’ysã, por ejemplo, detectaron un alto índice de bacterias coliformes. Estas podrían infectar a la ciudadanía con diversas enfermedades como gastroenteritis, colitis, problemas intestinales graves, afecciones en la piel, fiebre, vómitos, etc.
Igualmente, mencionó que, según datos técnicos, se comprobó que en el arroyo Ortega hay un alarmante índice de desechos cloacales y fecales de origen doméstico, además de desechos varios de origen comercial e industrial.
Explicó que hasta el momento ha detectado 35 casos de niños indígenas con infecciones graves a raíz del contacto con las aguas de los citados cauces hídricos.
En otro momento, reiteró que el agua del Pozo de la Virgen, ubicado en el predio de la iglesia Tupãsy Ykua, se encuentra en perfectas condiciones, señalando que es potable, siempre y cuando las aguas que fluyen sean directamente de los conductos del pozo.
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