Mientras esperan la ansiada reubicación de Cerro de Pasco, los 80 mil habitantes de esta ciudad deberán seguir soportando la falta de agua potable y desagüe, la tugurización y el desorden causados por el tajo abierto, así como las explosiones que realiza la explotación minera y que afectan sus viviendas. Para colmo de males, la laguna de Patarcocha se ha convertido en un gigantesco foco de infecciones.
Pero desde lejos el peor de los males que azota a los pasqueños es la contaminación ambiental causada por la explotación de tajo abierto, que ha hecho que casi toda la población tenga niveles excesivos de plomo en la sangre.
Un estudio liderado por la investigadora Laura Conklin, del Centro de Control de Enfermedades del Departamento de Salud de Estados Unidos, concluyó que el 91% de niños y el 82% de mujeres en edad fértil tienen en la sangre y en la orina altos niveles de metales pesados, como el plomo, cadmio, cesio, talio, mercurio, bario, berilio, cobalto, molibdeno, arsénico total, antimonio, platino, tungsteno o uranio.
OTROS MALES
La falta de agua potable y desagüe es otro dolor de cabeza para los habitantes de Cerro de Pasco. Según Tito Valle Ramírez, alcalde de la provincia, solo el 40% de la ciudad cuenta con instalaciones de agua potable y desagüe, lo que no garantiza que tengan agua todos los días, pues en algunos sectores el suministro es solo tres veces a la semana y por dos a tres horas al día. El 60% carece de esos servicios.
"Producimos 5.700 metros cúbicos de agua potable en los tanques del reservorio ubicado en el sector de Uliachin y en el proceso de distribución se pierden tres mil metros cúbicos porque las instalaciones son muy antiguas y tienen fugas", refiere Valle.
El burgomaestre cree que los problemas señalados tendrán que solucionarse porque se estima que la reubicación de la ciudad se haría realidad en menos de 15 a 20 años. Por lo pronto, en el distrito de Chaupimarca se ejecutan trabajos de mejoramiento integral que han demandado la inversión de S/.25 millones producto del canon minero y que beneficiarán a 31 mil habitantes.
CLAVES
1. Se requieren S/.80 millones para atender la demanda de redes de agua potable y desagüe de los distritos de Yanacancha y Simón Bolívar, donde vive el resto de los pasqueños.
2. En las áreas recreativas de la ciudad de Cerro de Pasco, principalmente en los parques, se encuentran niveles de plomo por encima de los 1.200 ppm (partes por millón).
3. Se calcula que hay más de 100 kilómetros de yacimientos mineros debajo de la ciudad. Cerro de Pasco se extiende en mil hectáreas de terreno.
4. La mina a tajo abierto de Cerro de Pasco tiene una profundidad de 400 metros y dos kilómetros de extensión.
DEL CONSULTOR
Sutilezas de la reubicación*
Lograr que una especie que ha crecido y está acostumbrada a un hábitat determinado comience una nueva vida en un nuevo hábitat conlleva una serie de retos. El hecho de que el proceso sea traumático no quiere decir que sus resultados vayan a ser negativos.
La reubicación de Cerro de Pasco es absolutamente necesaria. El alcalde tiene claro que el proceso es de largo plazo y que debe realizarse de manera concertada: el Estado en el ámbito nacional y local, la empresa minera y, por supuesto, la comunidad.
El éxito de la reubicación depende de factores como la construcción de un discurso compartido, que le otorgue sentido simbólico al proceso. Esta tarea no debe estar solo en manos de las autoridades ni de los expertos. Todos los actores y sectores de la comunidad deben participar.
Incluso en los aspectos de infraestructura, de la construcción de la nueva ciudad, tampoco basta con que la comunidad observe cómo otros van construyendo lo que será su nueva ciudad.
Deben intervenir también las comunidades anfitrionas, es decir, las que ya habitan en las vecindades del lugar a donde se va a trasladar Cerro de Pasco. La reubicación de esta ciudad también debe significar para ellas una mejor oportunidad de futuro.
*Gustavo Wilches Chaux. Especialista en desastres
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