Así, de paso por el Palacio Municipal y por la sede de Gobernación, insistieron en los pedidos de audiencia al gobernador Hermes Binner y al intendente Miguel Lifschitz.
El problema para los vecinos comenzó con la licitación de la canalización del Salvat y del Ibarlucea.
"Esa obra de más de 20 kilómetros acarreará más caudal hacia el Ludueña y los ingenieros hidráulicos de la Universidad Nacional de Rosario ya advierten que con lluvias copiosas como las de 2007, vamos a inundarnos", detalló.
Beneficios
El dirigente admitió que "las obras beneficiarán más 20 mil hectáreas, pero perjudican a unas mil hectáreas de aguas abajo, donde vive nada menos que el 97 por ciento de la población de la cuenca".
En los petitorios, los vecinos insistieron en los pedidos de audiencia. Y si bien ayer estuvieron frente a frente con el secretario general del municipio, José León Garibay, señalaron que "no hubo respuestas".
Ortolani recordó que el barrio se inundó en 17 oportunidades, y aseguró que "la solución es hacer un desvío directo desde el canal Ibarlucea hasta el río Paraná".
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