Las biomantas son fabricadas en Brasil a partir de residuos agrícolas y fibras vegetales que protegen las áreas degradadas por la erosión mientras que el suelo desarrolla una vegetación propia.
Las mantas mezclan fibras vegetales como la cáscara del coco y la paja agrícola, que generalmente son considerados desechos, con fibras sintéticas. Los materiales son cosidos industrialmente en forma de mantas resistentes, que a su vez están protegidas por redes de polipropileno.
Las biomantas anti-erosivas son vendidas a varios países, principalmente de América Latina, gracias a que no tienen competencia en el mercado y a que son ambientalmente sustentables.
Los tapetes pueden ser utilizados para proteger áreas afectadas por la erosión, nacimientos de agua y revestimientos de canaletas de drenaje, entre otros.
Los precios varían de acuerdo con la resistencia del material, la longevidad, la espesura y el uso de productos sintéticos además de los naturales.
|
|
|