Alejandra Lazarte llegó a las 6.30 al CAPS del barrio Echeverría para conseguir uno de los primeros turnos. La joven, embarazada de ocho meses, no podía creer lo que ocurriría una hora más tarde: los pasillos del centro asistencial parecían un río embravecido.
El CAPS, ubicado en Sargento Cabral al 2.400, aún no fue inaugurado. Durante los últimos 10 meses se realizó la obra nueva. Desde hace algunos días los médicos comenzaron a trabajar en el lugar, ya que no podían seguir atendiendo a los vecinos en la capilla del barrio, según comentaron los doctores Paulo Bernárdez y Norma León.
“Aparentemente hubo problemas con las canaletas de desagüe del techo. Fue impresionante cómo caía agua; parecían cataratas. Tuvimos miedo; había 40 chicos que esperaban atención”, relató León.
Los pacientes que se encontraban en la sala de espera buscaron haraganes y ayudaron a las enfermeras a sacar el agua. “Parecíamos patos. El agua subió a más de un metro de altura”, recordó Celia Figueroa, que había concurrido al en busca de remedios. “Cuando teníamos un dispensario pequeño no había estos problemas”, se quejó.
Minutos después arribaron al lugar autoridades del Siprosa. El arquitecto Ariel Liza explicó que se tomarán los recaudos necesarios para solucionar el inconveniente.
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