Voluntad política. A eso se reduce la posible ejecución del trasvase del Ebro, ya que ni siquiera el apartado económico sirve de parapeto. El jefe del Consell, Francisco Camps, explicó ayer en Albaida, donde inauguró la ampliación de una depuradora, que la Administración autonómica ha invertido más en depuración y reutilización de lo que costaría el trasvase del Ebro en la Comunidad.
El presidente de la Generalitat, quien destacó la defensa de los intereses valencianos que ha hecho «el conseller del Agua», José Ramón García Antón, indicó que la Comunidad cuenta ya con 424 depuradoras,lo que constituye «el mayor proyecto de depuración y reutilización de agua» en el ámbito nacional y europeo. Así, el Consell ha invertido más de 1.600 millones de euros en los últimos años en actuaciones hídricas.
Por ello, Camps sostuvo que los valencianos, alicantinos y castellonenses «hemos hecho más inversión en depuración y reutilización que la parte de inversión que sería la que pondría en marcha el trasvase del Ebro en la Comunidad».
De esa forma, se han depurado 500 hectómetros cúbicos al año (el 99% de las aguas residuales de la población) y, de esa forma, uno de cada dos litros que se reutilizan en España corresponde a la Comunidad Valenciana.
Espinosa ve otra realidad
Pese a todo, la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, compareció en el Congreso para analizar el grado de ejecución de las inversiones de Acuamed en la Comunidad y que cifró en un 25%. Además, criticó el obstruccionismo que, según ella, practica el Consell con la ejecución de las desaladoras.
Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, anunció que la capacidad de los embalses del sistema es un 60% superior a la que tenían en 2007, por lo que su situación ha pasado de «emergencia» por sequía a «alerta».
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