La sustentabilidad ambiental, entendida como la protección y la conservación responsable y sostenida en el tiempo del medio ambiente, requiere un importante replanteo del factor cultural urbano en la limpieza de la ciudad de Villa Carlos Paz.
La promoción del cuidado medioambiental es una de las condiciones de posibilidad para un desarrollo integral y sustentable a nivel local y regional (el medio ambiente es una condición vital para el bienestar de la sociedad que no puede circunscribirse a los ejidos municipales), ya que la no solución o la inacción, ante cuestiones que degradan el ambiente, constituyen un obstáculo para el bienestar de las generaciones presentes y futuras, por un lado, y una amenaza latente para los recursos naturales con que cuenta la ciudad de Carlos Paz y la región, por otro.
Es importante destacar que se trata de definir estrategias integrales desde un enfoque social y cultural, ya que el concepto de desarrollo sustentable refiere a la articulación necesaria entre el progreso social y el económico en el marco de un responsable uso de los recursos naturales. Se trata de evitar el desmonte indiscriminado, incendios intencionados o por negligencia, así como el avance irresponsable de la frontera urbana para proteger la biodiversidad nativa, y evitar la reducción forestal originaria que previene la perjudicial modificación de los ecosistemas y en especial la desertificación.
El déficit en la gestión ambiental encuentra su correlato en la realidad, o se materializa en la degradación ambiental que, en el caso de Villa Carlos Paz, se produce por impacto de residuos sólidos urbanos (RSU), incendios forestales y contaminación de la cuenca hídrica.
La incorrecta gestión de los RSU es uno de los mayores problemas con alto impacto ambiental detectado en la provincia de Córdoba, y la ciudad de Villa Carlos Paz no es ajena a esa realidad.
El proceso o ciclo de los residuos sólidos urbanos consiste en diversas etapas de generación, pretratamiento, recolección, transporte, tratamiento y disposición final. En ese sentido, la generación de residuos creció en términos de cantidad, diversidad y complejidad de la composición; el pretratamiento es inexistente, y en cuanto a la recolección, aún es preciso alcanzar una mejor asignación de recursos.
El tratamiento final es deficiente y la disposición última de los RSU se caracteriza por la existencia de basurales a cielo abierto que implican una serie de prácticas nocivas para el medio ambiente (quema espontánea de residuos, aplicación de insecticidas, contaminación de napas freáticas y de cursos naturales de agua entre otras), que generan un impacto de tipo sanitario y de tipo socioeconómico.
La separación parece ser, a corto plazo, una medida indispensable para una gestión sostenible de los residuos, y su primer paso es promover una cultura de clasificación de la basura entre los ciudadanos. La base de cualquier sistema de higiene urbana es lograr que los habitantes mantengan el aseo de la ciudad y manejen los residuos de manera responsable. Por ello es necesario contar con campañas de educación y concientización para corregir la falta de cultura urbana en la limpieza de la localidad, con el objeto de contribuir significativamente con el desarrollo local sustentable.
|
|
|