El jefe operativo de ARSA a nivel local, Víctor Basile, reconoció que la escasa presión y la turbidez del agua que se registran en distintos sectores de la localidad están relacionados con inconvenientes generados por las obras de cloacas, a los que se suman falencias propias del tendido de red realizado por el municipio durante gestiones anteriores, que deberán subsanarse.
La consulta surgió en base a las quejas de los vecinos de distintos barrios, que perciben que la presión domiciliaria es escasa y la coloración del líquido amarillenta.
Basile realizó un crudo diagnóstico de la situación local ya que "existen muy pocas columnas hidrantes, que son las que deben encontrarse en las terminales de las conexiones, y en lugar de esto, para ahorrar costos en las obras a través del tiempo, la municipalidad implementó tapones, que hacen que los desechos se concentren en las terminales de los caños y no puedan depurarse, de allí del color y la poca presión".
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