La Intendencia de Treinta y Tres planteó fijar una cota en la ciudad por debajo de la cual establecerá una serie de restricciones para la construcción, como forma de disminuir las consecuencias de las inundaciones.
Se trata de la zona que se anegó durante las crecidas de 1998, la anterior creciente de dimensiones históricas antes de la de mayo de 2007.
La definición de esta cota se encuentra dentro de un proyecto a estudio de la Junta Departamental para la determinación de medidas cautelares para la microrregión de la ciudad de Treinta y Tres y Villa Sara.
En caso de aprobarse, el proyecto tendrá vigencia cuando sea sancionado el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la referida microrregión. En el proyecto se establece la creación de la denominada "Zona de Riesgo Periódico de Inundación", de la que varios predios quedan expresamente excluidos (ver la infografía).
En las zonas comprendidas bajo tal calificación no se permitirán urbanizaciones, fraccionamientos, habilitaciones, nuevas obras, reformas ni ampliaciones de inmuebles.
Sí se autorizará, en cambio, que "cada habitante, a su costo", pueda realizar un mantenimiento de sus edificaciones para conservar la sanidad y seguridad de sus viviendas y el entorno. Quienes habitan actualmente en esa "franja de riesgo" tendrán la prioridad para acceder al plan de realojo que se lleva adelante entre la Intendencia y Mevir.
La otra disposición respecto a estas zonas es que "la Intendencia no destinará fondos públicos para ayuda en caso de inundaciones".
También se crea una zona de resguardo en la que las habilitaciones serán estudiadas caso a caso, una zona de régimen especial de habilitaciones, que a su vez comprenderá áreas "De Ordenamiento Territorial Diferido" y "De Ordenamiento Territorial Concertado", en función de si tienen o no un destino urbano ya previsto y servidumbres.

REALOJO. El plan de reubicación de familias, que frecuentemente están sometidas a evacuaciones por las inundaciones, está en el proceso de selección de aquellos que estén interesados en abandonar sus hogares y acceder a las viviendas.
Para ello, luego deberán participar activamente en el proceso de construcción y entregar su vieja casa, la que será destruida y el predio definido como espacio público para que no vuelva a ser ocupado.
El realojo comprenderá a 100 familias, que se reubicarán en el predio de la escuela 57 de Paso Ancho y en terrenos del barrio Abreu, que la Intendencia está comprando a tales efectos. Está previsto que el mes que viene empiece la fase de construcción de las viviendas.

ORDENAMIENTO. La Intendencia firmó un nuevo acuerdo de complementación de esfuerzos con la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República y el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente para desarrollar un plan de ordenamiento en el departamento.
En este caso se trata del estudio de la cuenca del río Cebollatí, lo que, según indicó el intendente de Treinta y Tres Gerardo Amaral, llevará a que también se trabaje en conjunto con las Intendencias de Rocha y Lavalleja.
Señaló que entre las prioridades está la prevención de los problemas originados por las inundaciones, pero también regular la utilización del suelo y los recursos hídricos.

Estudian cuencas para prevenir crecidas
La Intendencia de Treinta y Tres y la Dirección Nacional de Agua y Saneamiento (Dinasa) del Ministerio de Vivienda continúan con la realización del análisis de las cuencas del río Olimar y del arroyo Yerbal, cauces que están ubicados en el entorno de la ciudad capital del departamento.
El intendente de Treinta y Tres, Gerardo Amaral, dio algunos detalles acerca de que0 se trata el análisis que realizan: "Se estudian la cotas, las pendientes y las resistencias sobre el pasaje del agua y la inundabilidad de determinadas zonas urbanas".
Agregó que el resultado de estas investigaciones va a permitir a la Intendencia "establecer formas sensatas de anticiparse a inundaciones o evacuaciones".
En mayo de 2007 Treinta y Tres vivió una de las peores inundaciones de su historia. La crecida del río Olimar provocó la evacuación de unas 2.500 personas. En ese mismo mes, Soriano y Durazno sufrieron crecidas parecidas.

La cifra
100 Es la cantidad de familias que serán realojadas por el plan de reubicación que realiza la Intendencia de Treinta y Tres y Mevir.