Las negociaciones paraguayo-brasileñas a nivel de comisiones técnicas sobre Itaipú ya estaban “en punto muerto”, y ese es el motivo por el cual se aceptó elevar el tema a nivel político, afirmó ayer el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Efraín Alegre, en diálogo con ABC.
Se refería a la decisión tomada el jueves pasado en la zona de la represa por la comisión mixta que venía estudiando en los últimos meses los seis puntos reclamados por Paraguay. En esa última reunión, se determinó dejar la decisión en manos de los presidentes Fernando Lugo y Luiz Inácio Lula Da Silva, tras agotarse las posibilidades en la instancia técnica.
“Es decir, estaba ya en un punto muerto. En ese nivel ya no hay decisión posible, pues ya están las posiciones tomadas. Entonces, mejor enviar el caso adonde se toman las decisiones: en el poder político”, alegó Alegre, quien participó de la reunión del jueves junto al ministro brasileño de Minas y Energía, Edison Lobao.
Aunque no se ha logrado absolutamente nada hasta ahora, Alegre cree que el resultado no es malo para Paraguay, porque -según él- “en este momento el problema es para el Brasil, pues ellos tienen que responder. Es más problema cuando el tema está allí difuso” a nivel técnico.
A pesar del escaso avance alcanzado por las negociaciones en estos casi tres meses, el ministro defendió el papel cumplido por los representantes nacionales, argumentando que la posición paraguaya fue ampliamente presentada y debatida, al igual que la brasileña.
REUNIÓN POCO AMISTOSA
El titular del MOPC admitió ante la consulta de este diario que el encuentro del jueves en Itaipú, que llamó la atención por su brevedad, no fue muy amistosa.
En realidad “ninguna (de las reuniones técnicas sobre Itaipú) fueron amistosas. Yo participé por primera vez, pero según la información que tengo todas las reuniones se dieron así, en medio de debates muy firmes”, manifestó el ministro.
Preguntado sobre cuál de las reivindicaciones paraguayas generó mayor debate y reacción de los brasileños, Alegre comentó que indudablemente fue el tema de la deuda. “Cuando se habla de la deuda, ellos asumen una posición firme, y bueno, se dio un intercambio de posiciones importante”, acotó.
Aseguró, sin embargo, que pese a las fuertes posiciones encontradas, nadie llegó a golpear la mesa, y las reunión se cerró con normalidad, admitiendo los delegados de ambos países que no iban a poder avanzar hacia un eventual consenso en dicha comisión mixta.
Paraguay quiere la libre disponibilidad de su energía para poder vender a terceros países y un precio justo, de mercado, por la energía que cede hoy obligatoriamente a Brasil. Además, entre otras cosas, se pretende también la revisión de la cuantiosa deuda de la entidad binacional.
LA VERSION DE LOBÃO
“No hay acuerdo y por eso decidimos que estos temas ya sean tratados en forma directa por los presidentes”, dijo el ministro brasileño de Minas y Energía, Edison Lobão, tras la reunión del jueves en Itaipú, agregando que “los intereses reclamados por Paraguay son cuidadosamente examinados por Brasil”.
“No tenemos ninguna posición preestablecida”, pero “debemos analizar cada punto en forma cuidadosa y con mucha seguridad para preservar los intereses de los consumidores brasileños de energía. No podemos cometer injusticia con unos para hacer justicia con otros”, sostuvo también Lobão en sus explicaciones a la prensa.
Las negociaciones técnicas no habían podido avanzar, por lo que ambos países enviaron a la reunión del jueves a sus respectivos ministros del área energética, pero igual nada progresó y las cosas quedan en manos de los jefes de Estado.
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