El megaplan de obras públicas, que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciará hoy, superará largamente los $ 71.000 millones inicialmente previstos. “Se anticipó ese número porque ya está armada la estructura financiera para llegar hasta ahí; pero la inversión final será mayor”, señaló una fuente de Casa Rosada. Sin arriesgar un número, las distintas fuentes oficiales consultadas admiten que podría estar más cerca de los $ 75.000 a $ 80.000 millones. Todos coinciden que el número y los detalles finales terminaron de pulirse el fin de semana en El Calafate, hasta donde llegaron el viernes la presidenta y su marido Néstor Kirchner.
De la inversión total, alrededor de $ 40.000 millones se aplicarán durante 2009. Esta cifra, que ronda 3,5% del PBI, ilusiona a los funcionarios con una reactivación de la actividad económica. “El piso de crecimiento del año próximo será 4%, vamos a crear 400.000 puestos de trabajo y lograremos que la desocupación siga bajando”, se ilusionó un autodenominado “keynesiano” del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
Si un eje del Plan Argentino de Obras Públicas (así se llamará) es la dinamización económica, el otro es la recuperación de los votos perdidos por el kirchnerismo, con la mirada puesta en 2009 pero también para 2001. La tipología de obras están pensada en tal sentido. Serán estructurales (reconvierten una provincia o región), de impacto medio (por ejemplo, hospitales) o local. En estas últimas “pretendemos que haya movilización de mano de obra local, con fuerte participación de los intendentes”, dijo un funcionario. Ante la consulta sobre el reparto de obra entre gobernadores e intendentes afines al Gobierno, la sincera respuesta fue: “La esencia de la democracia es que si no te votan, viene otro en tu lugar”.
La estrategia electoralista se nota también en el reflotamiento del Plan Estratégico de Desarrollo Territorial, presentado el 17 de marzo, en plena disputa con el campo por las retenciones móviles. Este plan recoge las demandas provinciales en materia de infraestructura, desde caminos rurales a infraestructura vial, y busca reconquistar a los productores rurales que ya no se sienten muy cercanos a la Mesa de Enlace.
Las áreas de obra serán Energía, con fuerte énfasis en generación eólica y transporte; Transporte, que va desde rutas hasta extensión y mejora del servicio ferroviario; y Habitat Social. Este último capítulo será el más electoral, pues abarcará viviendas populares, extensión de las redes de agua y cloacas, escuelas, hospitales y saneamiento de ríos. “Desde 2003 ya terminamos 10.000 obras y tenemos en ejecución otras 4.000. A éstas se agregarán las que anunciaremos mañana (por hoy)”, dijo una de las fuentes consultadas.
Las fuentes de financiamiento serán varias. La más previsible es el Presupuesto Nacional 2009, del cual se tomará lo ya votado y se realizarán ampliaciones. “La reducción de subsidios en energía eléctrica y gas nos ayudará a financiar obras”, señalaron desde Planificación. También habrá fideicomisos específicos administrados desde el Banco Nación, préstamos de organismos multilaterales (BID y Banco Mundial), fondos de la fortalecida ANSeS y probablemente del brasileño Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), que podría ser canalizados a través de su par nacional, el Bice. También se invitará a empresarios para que realicen iniciativas de acción privada, con aporte de fondos privados y a través de las tarifas.
Trenes, rutas, agua potable y energía para provincias
Se anunciarán la finalización de obras que están en marcha, reactivación de otras paralizadas y surgimiento de algunas nuevas. En energía sobresalen las centrales hidroeléctricas santacruceñas Condor Cliff y La Barrancosa, la terminación de Yacyretá y Atucha II. El postergado soterramiento de la línea ferroviaria Sarmiento, la electrificación del Roca y San Martín, en el transporte de pasajeros. En rutas, se buscan mejorar dos corredores clave para el Mercosur: el que va desde San Pablo hasta Santiago de Chile, pasando por el Cristo Redentor (Mendoza); Eje Capricornio, incluido el Paso de Jama (Jujuy).
“La infraestructura vial radial perdió importancia, el Puerto de Buenos Aires perdió exportaciones con la Hidrovía Paraná–Paraguay”, dijeron desde Planificación. También se impulsará el Acueducto Etruria–Laboulaye, para permitir que unos 50.000 cordobeses puedan consumir agua potable de red y no dependan de camiones hidrantes. Además de estas dos localidades, abastecerá a Chazón, Santa Eufemia, La Carlota, Pacheco de Melo, Ruiz Díaz de Guzmán y Fray Cayetano Rodríguez, todas en el sudeste provincial.