La medianoche del pasado jueves venció la concesión eléctrica provisional que le permitía a HidroAysén realizar una serie de labores exploratorias en las cuencas de los ríos Pascua y Baker, parajes donde pretenden levantar cinco centrales hidroeléctricas.
Atentos al dato, organizaciones que se oponen al millonario proyecto interpretaron que lo que ahora procede es la inmediata paralización de todas las obras prospectivas y estudios en ejecución, hasta que la firma cuente con nuevas autorizaciones.
"Este tipo de permisos no son renovables, y al vencer el plazo extendido por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), HidroAysén no puede seguir haciendo caminos u otras faenas, a menos que consiga permisos de otras reparticiones para intervenir la zona, incluyendo a la Conaf y al SAG, por ejemplo", sostienen en el equipo legal del Consejo Defensa de la Patagonia.
Sin embargo, la efectiva paralización de las obras que el Consejo pretende fiscalizar no es un tema que compartan en la SEC, por ejemplo.
Y la razón es simple: explican que la concesión provisional de 2006 y que rige por dos años fue concedida en tiempos en que la empresa aún no teníanautorización de los dueños de los terrenos para poder realizar prospecciones y estudios. Pero hoy, aclaran, la situación es distinta.
Antes de que venciera el permiso, la empresa llegó a acuerdo con los dueños de los predios -incluido el Ministerio de Bienes Nacionales, indican en la SEC-.
Y como un permiso provisional es entregado por la superintendencia cuando un propietario no autoriza el ingreso a sus terrenos, al haber hoy acuerdos vigentes con dichos dueños de los predios, "HidroAysén puede seguir operando sin permisos adicionales", concluyen.
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