La presidenta Cristina Fernández encabezará hoy, a las 11.30, en la Quinta de Olivos el acto de lanzamiento del nuevo Plan Argentino de Obras Públicas a tres años, que cuenta con un “ambicioso” programa de infraestructura que alcanza los 71.000 millones de pesos. En concreto, se desempolvarán proyectos ya anunciados y que estaban paralizados por falta de financiamiento. El acento estará puesto en obras viales y de saneamiento bien visibles y de corta realización, y algunas de infraestructura eléctrica y gasífera de más largo alcance. También habrá algo de viviendas. No se descarta en este sentido, alguna sorpresa para la clase media, sector que apuntala la economía del país, con financiamiento incluido. El objetivo es generar 362 mil puestos de trabajo, algo que hasta los mismos empresarios del sector ponen en duda que se cumpla. Del gran paquete de anuncios que se costearán con fondos de la ANSES quedaron afuera el polémico tren bala a Rosario y la postergada autopista ribereña.
La presidenta Fernández adelantó el anuncio del megaplan ante empresarios de la construcción reunidos en la última convención anual de la Cámara de la Construcción, el pasado 25 de noviembre.
Allí, la jefa de Estado indicó: “El 15 de diciembre vamos a lanzar el plan de obras públicas más ambicioso del que se tenga memoria, por una cifra superior a los 71 mil millones de pesos”.
Al acto, que comenzará en Olivos poco antes del mediodía, están invitados empresarios de la Cámara de la Construcción, los máximos directivos de la UOCRA y un importante número de gobernadores.
Los lineamientos centrales del plan de obras, que fue definido por la mandataria como “un instrumento más que idóneo para el momento actual” de crisis mundial, prevé la promoción de tres tipos de emprendimientos.
Según trascendió, el 60% de los 71 mil millones se destinarán a obras de infraestructura vial y de mejoramiento del hábitat social, y el 40% restante a proyectos para mejorar y ampliar los sectores de energía eléctrica, gas natural y el transporte público de pasajeros.
En primer término, se impulsaría desde el ámbito oficial proyectos de carácter estructural, con impacto económico y ambiental, tal es el caso de obras como las plantas que se realizan en Paraná de las Palmas y la de saneamiento en Berazategui.
El segundo tramo corresponde a las obras denominadas “programáticas” por parte de las autoridades del Ministerio de Planificación Federal, como, por ejemplo, la construcción de escuelas, viviendas y caminos de acceso en áreas urbanas o bien productivas.
Allí, se avanzará con propuestas para que se hagan cargo de los proyectos empresas constructuras locales, las cuales podrán contratar personal en los respectivos distritos donde se realicen las obras.
Por último, figuran otros emprendimientos que demandan un significativo número de mano de obra, los cuales no son de carácter plurianual y en los que la concreción del proyecto va de uno a doce meses.
Asimismo, se revivirán obras frenadas por la falta de financiamiento de parte de los interesados. El soterramiento y la electrificación del Sarmiento, la electrificación del Roca, las hidroeléctricas Condor Cliff-La Barrancosa en Santa Cruz y el Gasoducto del Noroeste, que promete traer más gas de Bolivia, son algunos ejemplos.
Los cuadros políticos prometen una distribución pareja de las obras en las provincias, para evitar disputas entre los gobernadores.
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