Recordemos que la deuda es cuestionada por nuestro país porque incluye, desde 1997, por ejemplo, la deuda espuria o pasivo contingente, de US$ 4.194 millones, resultante de casi una década de subsidios de parte de la entidad binacional a las empresas eléctricas brasileñas.
De acuerdo con nuestras fuentes, hay dos posiciones bien definidas y contrapuestas. Por un lado, la subcomisión de la deuda de la delegación técnica paraguaya en las recientes negociaciones con Brasil, que recomienda inclusión en el presupuesto de la entidad de resalvas, específicamente con relación al pasivo contingente.
Por la otra, está la decisión de la actual dirección paraguaya de Itaipú de aprobar el presupuesto en cuestión sin objeciones, de acuerdo con una tradición que se inició incluso en el año en que se instaló la entidad (1974) .
En las negociaciones de los seis reclamos paraguayos en Itaipú, que terminaron el jueves 11 del presente mes, la delegación paraguaya pidió la revisión del pasivo de Itaipú porque sus estudios revelan que la deuda con Eletrobrás está pagada o casi pagada, a pesar de que la empresa brasileña aún reclama una suma que ronda los US$ 19.000 millones.
En un reciente documento de resumen del argumento paraguayo se leía: “No estuvo ni está en el ánimo del Estado, Gobierno ni pueblo paraguayo pedir perdón o quita de la deuda contraída por Itaipú Binacional. Nuestro país exige el cumplimiento literal del Tratado en cuanto a la obligación de la Altas Partes Contratantes de pagar la tarifa que determina el Tratado y el Anexo C”.
Se lee también: “Los técnicos paraguayos han comprobado el incumplimiento del Tratado y Anexo C en lo referente a la contratación de potencia por parte de las empresas señaladas por los Gobiernos paraguayo y brasileño”.
Añade que el hecho “ocasionó daño patrimonial a Itaipú. En lugar de amortizarse las cuotas anuales de la deuda, crecían”.
Asimismo, confirman una tesis histórica de nuestro diario: “Brasil se benefició con el 97% de los montos subfacturados”, y Paraguay con el 3% sobrante.