El proyecto hidroeléctrico Mazar estará antes de lo previsto. Cuando arrancaron las obras civiles, en marzo del 2005, se preveía que operaría desde agosto del 2010.
Según sus constructores, operará después de 13 meses. El cronograma se adelantó porque se agilizaron los trabajos de ingeniería civil y la instalación de las turbinas de generación.
Ahora, según el jefe del proyecto, Segundo Vanegas, la obra tiene un avance del 84% en la obra física y 65% en electromecánica, que contempla el montaje de la tubería de presión y de succión. Además del armado de las dos unidades de generación.
Para él, estos adelantos permitirán entregar el proyecto siete meses antes de lo previsto. Este criterio es compartido por el coordinador electromecánico del proyecto Mazar, Pablo Martínez.
Mazar contará con dos generadores que producirán 80 megavatios cada uno. “Creemos que para septiembre del 2009 los generadores ya estarán instalados”.
De ser así, explica Martínez, solo se esperaría que la obra de ingeniería civil concluya para que el proyecto funcione. Ambos generadores aportarán160 megavatios al Sistema Nacional Interconectado. Y están ubicados en una central subterránea, en las inmediaciones de la represa.
Esta última estructura es de enrocado, con una capa de hormigón de 166 metros de altura. La margen izquierda está por terminar y en la derecha faltan 14 metros para llegar a su tope. Hasta la fecha ya se ha colocado el 92% de material rocoso previsto para la estructura.
Eso representa más de cuatro millones de toneladas del material, de las más de cinco millones que se tiene previsto colocar.
La presa formará un embalse de 410 millones de metros cúbicos. Su principal función será almacenar líquido para las épocas de estiaje, lo cual asegurará la operación del Central Hidroeléctrica Paute, que está aguas abajo.
Para su construcción se requieren 80 toneladas de cemento al día. Para evitar que escasee el material, como ocurre en el resto del Austro, el Directorio de Hidropaute firmó un acuerdo con la cementera Chimborazo.
Con este convenio, Mazar no siente la falta de producto y la obra no se frenará, dijo Oswaldo Larriva, presidente del Directorio y gobernador de Azuay.
En la obra, que cuesta USD 400 millones, trabajan 1 400 personas en las diferentes áreas, entre ellas la casa de máquinas. Allí se realizan el encofrado, armado y vaciado de hormigón de las paredes de los generadores, así como también del pozo. Mientras que los túneles de carga presentan un avance del 80%.
Ahorro de diésel
El agua ingresará a las turbinas de generación de Mazar por un túnel de toma de carga de 6 metros de diámetro por 814 metros de largo. Por allí se transportarán 141 metros cúbicos de agua por segundo que darán la fuerza para generar los 160 megavatios de potencia.
En caso de crecidas del río Paute, la presa cuenta con un vertedero. Este permitirá desalojar un caudalde 7 500 metros cúbicos por segundo.
Contiguo al vertedero está el desagüe de fondo que se encargará de abatir el nivel del embalse por razones de seguridad.
Con la operación de Mazar se ahorrarán 100 millones de galones de combustible al año. En su mayoría diésel importado que se usa para la generación térmica.
|
|
|