Aunque las primeras gotas caídas anoche renuevan las esperanzas y traen algo de alivio, ayer por la mañana la Sociedad Rural de Olavarría pidió por mesa de entradas municipal que se declare la situación de emergencia y desastre en el Partido por falta de lluvias. Previamente al pedido formal le avisaron, como se hace habitualmente, al secretario de Desarrollo Local, Sebastián Pené.
Norma Urruty, presidenta de la Rural, lo confirmó telefónicamente desde Buenos Aires, adonde viajó para participar de una reunión de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). "Se presentó la carta con el informe del INTA adjuntado. En lo práctico, la emergencia sirve para prorrogar algún vencimiento de créditos. Y la declaración de desastre a veces prorroga algún vencimiento inmobiliario y te exime del pago de impuestos. Incluso se puede pedir algún subsidio para forrajes para la siembra".
Según se desprende del informe mencionado por Urruty, emitido el lunes por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la conjunción de una serie de factores climáticos perjudica en muy alto grado al sector agroganadero de la zona y avala el pedido de desastre agropecuario.
Bajas precipitaciones, altas temperaturas y vientos cálidos han impactado ya negativamente y de manera irreversible en los cereales de invierno, cebada y trigo. Afecta los rendimientos y la calidad del grano. Los cultivos de verano, maíz, girasol y soja, están siendo severamente afectados por el estrés hídrico y esto seguramente desembocará en producciones muy por debajo de las esperadas. Sobre todo en maíz y en menor medida en girasol. La soja aún tiene chances de recomponer en parte el daño ocurrido.
Como consecuencia de la situación climática presente, la tucura ha pasado a ser una plaga relevante, que afecta tanto a cultivos de cosecha gruesa como a pasturas y campos naturales. Los recursos forrajeros han disminuido su crecimiento más del 50 por ciento y ya se están comprometiendo las reservas para el próximo año. El stock ganadero del partido de Olavarría se ha reducido un 7,5 por ciento, según datos de la Fundación Sanidad Ganadera Olavarría. Esto estaría indicando un reacomodamiento a la disminución en la oferta de forrajes que viene ocurriendo en los últimos años.
En el partido de Olavarría durante el año 2008 han ocurrido precipitaciones muy por debajo del promedio histórico. A mediados de diciembre, las lluvias acumuladas son de 383 mm., lo que representa un 60 por ciento menos que el total anual acumulado para el promedio 2000-2007, situado en 934 mm. Este largo período de estrés hídrico fue acompañado durante octubre y noviembre por eventos que merecen destacarse. Por un lado, se registraron durante ocho días en noviembre temperaturas que superaron los 30° C, con fuertes y cálidos vientos del norte, según datos de la Estación Meteorológica del Aeropuerto de Olavarría. Por otro, se registraron dos heladas tardías ocurridas el 22 de octubre y el 16 de noviembre, con mínimas por debajo de los -2°C.
Esta sucesión de acontecimientos climáticos negativos para la producción agropecuaria ha determinado que el partido de Olavarría en su totalidad se encuentre en una situación crítica. En cuanto a los cereales de invierno, como la cebada y el trigo, se espera que los rendimientos se sitúen en rangos habituales, pero con granos de baja calidad. Algo análogo ocurre con los cultivos de verano, como el maíz, el girasol y la soja, también sumamente perjudicados.
El sector ganadero es aquejado además por la falta de crecimiento de forrajeras, mientras que lo disponible está seco. El retraso en la siembra de verdeos de verano agrava la situación para este período normalmente crítico. Se han consumido en el presente año todas las reservas, y no hay seguridad de poder reponerlas en el próximo ciclo estival. Como prácticamente no hay recursos forrajeros disponibles, se hace a corral. Esto cuesta entre 0,70 centavos a 1 peso más que el precio ofrecido.
Según un informe del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, el pronóstico de precipitación para el bimestre diciembre-enero revela que las deficiencias de lluvias seguirán afectando importantes zonas de producción a nivel nacional. Se prevén lluvias irregulares para este período, con semanas donde habrá deficiencias de agua y marcas térmicas elevadas que pueden afectar el rendimiento de los cultivos de verano y forrajeras a pesar de que las precipitaciones bimestrales sean positivas.
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