Mediciones realizadas con anterioridad daban valores de colmatación mucho más altos en los diques de la región
Los diques salteños Cabra Corral y El Tunal, al igual que otros embalses construidos en el NOA para regular las crecidas y generar energía hidroeléctrica, presentan niveles de colmatación muy inferiores a los que indicaban los tradicionales estudios batimétricos basados en la aplicación de transectas.
Así lo señaló un equipo técnico de la UNSa que calculó los depósitos sedimentarios y la capacidad de los embalses con una nueva metodología que utiliza imágenes satelitales y un software para la generación de modelos digitales de profundidades (MDP).
Los nuevos registros
De acuerdo con el trabajo que presentaron Sergio Mosa, Virgilio Núñez (ambos del IRNED) y Miguel Boso (de la Cátedra de Sedimentología), el dique Cabra Corral tuvo una reducción del 15,6% de su volumen de embalse original y El Tunal perdió un 24% de su capacidad. A su vez, la represa tucumana El Cadillal presenta una colmatación del 36,8%, el embalse Escaba (también en Tucumán) está en un 20,9 % y el dique Río Hondo (en Santiago del Estero) perdió un 13% de su capacidad original de embalse.
El estudio pronostica para los citados diques una vida útil mucho más larga que la calculada en trabajos anteriores. Según los nuevos registros, el volumen de embalse de Cabra Corral se reduce a razón de un 0,488% anual, porcentaje que en el caso de El Tunal se eleva al 1,711% por los aportes sedimentarios de sus ríos tributarios.
Así, el tiempo estimado con la nueva metodología para una total colmatación de Cabra Corral es 204 años y para El Tunal se ubica por encima de los 57 años. En este punto, los autores del estudio aclararon que el ciclo de utilidad de las presas hidroeléctricas se agota cuando los sedimentos llegan a cubrir las bocas de toma de agua para las turbinas de generación. Y este momento, por cierto, es considerablemente menor al estimado como vida útil final de las mismas.
Los registros batimétricos ayudan a tener una idea de los procesos erosivos que ocurren en las cuencas hídricas de cabecera y de la importancia de sus efectos negativos, especialmente sobre la vida útil de los embalses. El estudio de las características granulométricas de los sedimentos acumulados, asimismo, aporta información sobre el mecanismo de colmatación que están sufriendo las presas.
Los autores del estudio, reconocido con el premio que otorga la Academia Nacional de Ingeniería a los trabajos del campo de la geodesia y la geofísica, remarcaron que ?las nuevas tecnologías disponibles para el registro de posiciones espaciales con mayor precisión, representan un nuevo escenario y un reto para la aplicación de mejores metodologías en los levantamientos batimétricos con destino al conocimiento de la tasa de colmatación de los embalses hidroeléctricos?.
Las presas relevadas
El dique Cabra Corral está ubicado en la confluencia de los ríos Guachipas y Rosario-Arenales, a unos 60 kilómetros al sur de la ciudad de Salta. Fue inaugurado en julio de 1973. Su cuenca de aporte cubre una superficie de 31.900 kilómetros cuadrados y recibe además los aportes del río Chuñapampa.
El Tunal está situado sobre el río Juramento, a unos 200 kilómetros al sudeste de la ciudad de Salta. Este embalse regula la cuenca media del río Juramento, la que posee una superficie de 6.320 kilómetros cuadrados.
Además del río principal, desembocan en el dique los ríos Medina y San Ignacio.
La presa de Río Hondo está ubicado sobre el río Dulce, a unos 4 kilómetros aguas arriba de la localidad de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Las obras de construcción del dique se iniciaron en 1958 pero la puesta en funcionamiento de esta obra hidráulica se concretó el 1 de enero de 1968.
El embalse de El Cadillal, ubicado sobre el río Salí a unos 21 kilómetros al norte de San Miguel de Tucumán, fue inaugurado en 1966. El embalse de Escaba, localizado en la confluencia de los ríos Singuil y Cavaría, a unos 130 kilómetros de la capital tucumana y a 24 kilómetros de Alberdi, fue habilitado en 1949. |
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