Con el fin de determinar las responsabilidades en la contaminación del Lago Rapel, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) inició la fiscalización de más de una decena de firmas y personas naturales que tiene operaciones y predios en Rapel.
La investigación “se enmarca dentro del trabajo coordinado por la comisión liderada por la Conama Regional, de la cual forman parte varios organismos de competencia ambiental y cuyo objetivo principal es abordar y revertir las condiciones críticas en que se encuentra el lago Rapel”.
Según informó la SISS, la auditoría estará divida en tres etapas.
La primera de ellas contempla la fiscalización de las empresas que han presentado incumplimientos de la norma de emisión y que descargan en los afluentes al embalse Rapel.
Una segunda etapa considera regularizar la situación de los planteles de cerdos ubicados en la cuenca y que no cuentan con Resolución de Calificación Ambiental o autorización del Servicio Agrícola Ganadero.
Tras ello, la Superintendencia establecerá la zona del lago más afectada, de acuerdo a las inspecciones efectuadas en terreno a las actividades industriales que se ubican en el entorno directo del embalse artificial.
Luego la SISS “elaborará el informe respectivo que determinará las acciones a seguir”.
Entre las empresas que serán fiscalizadas se encuentra Agrosuper, viña Sutil, Codelco, Agrícola Santa Lucía, Agrícola Lyon, El Milagro y Faenadora San Vicente, entre otras.
Cabe recordar que el pasado lunes representantes del Consejo de Defensa del Estado (CDE), junto a personal del SAG, la Conama y del Servicio de Salud de la Región de O’Higgins, inspeccionaron en terreno la situación del lago, con el objeto de determinar el origen de la contaminación que afecta sus aguas.
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