Desde el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado se volvió a demostrar preocupación por la instalación de una planta extractora de potasio en cercanías de la ciudad de Malargüe, Mendoza, a pocos kilómetros de este curso de agua ya que, se consideró, el lugar elegido para la ubicación del depósito salino no garantiza la no conectividad hidráulica entre estos dos sitios.
En un comunicado que lleva la firma del presidente del ente, ingeniero Miguel Angel Boyero, también se señala que en las presentaciones de la empresa Río Tinto no se tuvieron en cuenta aspectos relacionados con la explotación y la evaluación de los impactos ambientales; y que tampoco se tuvieron en cuenta los estudios presentados por distintos organismos relacionados con el proyecto.
Además, se recomienda que la empresa dé una respuesta a estos requerimientos antes de que el Coirco se expida al respecto.
De acuerdo a lo explicado, y basándose en distintos informes presentados ya sea por la empresa Río Tinto o la Universidad Tecnológica Nacional de Mendoza, entre otros, desde el Coirco se considera que:
* No están contempladas, en las presentaciones de la empresa, aspectos fundamentales que hacen a la concepción de un proyecto integral para la explotación del yacimiento y la evaluación de sus impactos.
A modo de ejemplo no excluyente, se menciona al proceso de separación de potasio y residuos, el manejo del potasio, el esquema del funcionamiento de las tuberías y bombeo de los residuos y salmueras hacia y desde el nuevo sitio de la pila de sal, entre otros.
* Tienen plena validez gran parte de las observaciones y recomendaciones formuladas en los distintos dictámenes sectoriales y el dictamen técnico de la UTN Facultad Regional Mendoza, que se efectuaron al proyecto presentado originalmente incluyendo entre ellos el de Coirco que, sin embargo, no tuvieron tratamiento en la actual presentación de la empresa.
* En cuanto a la relocalización de la pila de sal, desde Coirco se indicó que los estudios realizados "no garantizan la no conectividad hidráulica en la cuenca ni la atenuación de impactos con la variable elegida".
"Insuficiencia de los estudios geológicos, geomorfológicos, sísmicos, hidrogeológicos, edafológicos y geotécnicos, así como subsistencia de temas observados, como la no garantía de impermiabilización con la solución aportada, ni en la estabilidad de los cierres, insuficiente manejo de las escorrentías superficiales, dudoso funcionamiento de las piletas de evaporación, sumado al escaso control de las filtraciones que puedan producirse, estarían corroborando y ampliando los requerimientos que formula la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza, en su dictamen técnico, con la diferencia de opinión --en nuestro caso-- de que todos los estudios pendientes deben ser realizados previamente a una declaración favorable", se sostiene.
"En consecuencia, previo a que el organismo pueda emitir opinión sobre el impacto ambiental del proyecto, sería necesario que la empresa dé plena respuesta a estos requerimientos", se señala.
En el texto, que fue enviado al director de Saneamiento y Control Ambiental de la secretaría de Medio Ambiente, ingeniero Ricardo Debandi, se recuerda que el Coirco --en octubre del año pasado-- había recomendado que la empresa Río Tinto desarrollase todos los estudios faltantes o complementarios que fueran requeridos, de manera de disponer un proyecto integral que satisfaga las observaciones formuladas.
Además, en julio pasado se había informado sobre la relocalización del depósito, de un lugar ubicado a 5 kilómetros del cauce del río Colorado, a otro emplazado a 18 kilómetros, para la nueva disposición de las pilas de sal.
"Este lugar presentaría características topográficas, geológicas e hidrogeológicas, que garantizarían la no conectividad hidráulica con el área de influencia de la cuenca del río Colorado, así como el cumplimiento de los restantes aspectos que hacen a la evaluación de su impacto ambiental", se indicó en ese momento.
Imagen: Archivo Programa Infoagua
|
|
|