Cubierto con un traje de polietileno, botas, mascarilla y casco, el mandatario recorrió mil 445 metros de ese túnel a bordo de un vehículo todoterreno equipado con luminarias.
Al paso del mandatario y de su comitiva, el túnel dejaba ver sus fisuras y grietas en un concreto que por 33 años ha servido para el desalojo de las aguas negras de la ciudad.
De cada fisura emanaban chorros de agua residual que se ha filtrado a lo largo de estos años, como resultado de daños que han sufrido otras redes secundarias del alcantarillado ubicadas metros más arriba de la tubería mayor.
Cientos de varillas oxidadas salían de entre el desgastado concreto del túnel. “Aceros expuestos”, le denominan a eso los ingenieros y técnicos.
De cada varilla colgaban restos de basura que formaban una suerte de estalactitas. Sin las mascarillas que cubrían nariz y boca, el hedor era insoportable.
Ebrard entró al emisor central en la lumbrera cero, ubicada en la avenida Acueducto de Guadalupe, de la delegación Gustavo A. Madero. Salió en la lumbrera 13, localizada en la calzada de los Cien Metros, no sin antes ondear una bandera del gobierno capitalino a esta profundidad, en señal de que iniciaban así las obras de rehabilitación del drenaje profundo.
Los trabajos de rehabilitación costarán 575 millones de pesos, tan sólo para darle mantenimiento a 11.7 kilómetros que componen el emisor central. Esta es la infraestructura de drenaje más importante de la ciudad, pues por esta vía se desaloja la mayor cantidad de aguas negras que generan la capital del país y el estado de México.
Para iniciar la rehabilitación ha sido necesario cerrar las compuertas que alimentan al emisor central, pero a decir de Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de la ciudad, se volverán a abrir y se suspenderán temporalmente las obras si entre diciembre y marzo se presenta una lluvia extraordinaria que obligue a las autoridades a usar esta infraestructura.
Esta es la segunda vez en un año que las autoridades locales ingresan al drenaje profundo, pero a diferencia de la primera ocasión, el objetivo es rehabilitar también los interceptores oriente y centro-poniente que alimentan al emisor central.
“Con esta inversión y trabajo conjunto que estamos realizando podemos afirmar que la ciudad, para la temporada de lluvias 2009, estará segura, que habremos terminado (para abril) más o menos del orden de 118 kilómetros de toda la red de drenaje, reparando diferentes tipos de daños”, dijo Ebrard antes de ingresar al túnel.
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