En el marco del PRI (Programa de Reconversión Industrial), realizaron la primera jornada provincial de tecnología ambiental agroindustrial.
El evento fue organizado por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de la Provincia en un hotel de avenida Soldati. Contó con la presencia de especialistas en la materia, quienes expusieron sobre las formas de evitar la contaminación en las industrias más importantes de la región.
Además estuvieron presentes el defensor del pueblo, Jorge García Mena, y el secretario de estado de medio ambiente, Alfredo Montalván.
En general, las ponencias estuvieron dirigidas a un público conocedor de los aspectos técnicos y vocabulario propios de la industria. Los desprevenidos quedaron con muchos conceptos en el aire. Los temas variaron entre las características del clima y de los suelos, las condiciones atmosféricas y los sistemas de procesamiento de los productos residuales.
El ingeniero Luis Roberto Figueroa inauguró las charlas explicando las condiciones que tienen los distintos tipos de suelo en Tucumán. Su exposición giró en torno a tres puntos: En primer lugar, se refirió a la fertirrigación y fertilización de la caña de azúcar con vinaza. El objeto de este apartado fue precisar la cantidad de riego con agua y vinaza que corresponde para obtener una caña de azúcar de calidad. El ingeniero Figueroa llegó a la conclusión de que el riego es necesario desde septiembre hasta la segunda semana de noviembre y de abril a mayo. Es solo complementario desde la tercera semana de noviembre a hasta abril. En cuanto a la aplicación de vinaza (subproducto líquido y fertilizante natural, debido a su elevada cantidad de nutrientes, sobre todo de potasio -K-), remarcó que los productores deben ser prudentes, ya a que los suelos tucumanos suelen ser ricos en ese elemento y, además, se corre el riesgo de exceder los límites apropiados para el crecimiento de la planta.
Sobre este aspecto, muchos de los disertantes advirtieron que niveles elevados de K pueden producir trastornos en el metabolismo de los vegetales, demorando su maduración y, en fin, su calidad. El potasio se encuentra en todas las plantas y es uno de sus nutrientes principales. En condiciones óptimas de salud, es poco probable que un animal (incluido el hombre) se intoxique por exceso de potasio.
Por otra parte, Figueroa resaltó la importancia de un nivel freático alto. Esto significa que mientras más profunda se encuentre la napa subterránea por la que corre el agua, más complicado será el drenaje del riego, por lo tanto, se convierte en un problema.
Finalmente, destacó que los suelos de Tucumán son tan ricos que, en muchos casos, han soportado 150 años ininterrumpidos de “caña sobre caña”, sin perder su fertilidad. A pesar de que este tipo de plantas exporta aproximadamente 150 kilogramos de portasio por hectárea en cada zafra.
Otro de los disertantes fue Juan María Gutiérrez del ingenio Tabacal de Salta. Su sistema de evaporación de vinaza a cielo abierto es muy elogiado y repetido en distintos ingenios de la región. Su presentación fue la más pedagógica (entendible) del día y demostró tener un gran conocimiento de su trabajo.
También expusieron Miguel Ulivarri (Ledesma SAAI - Jujuy), el francés Erik Gonay (Aquacorp y Enprotech), el colombiano Heriberto Dorado y Pablo Gay (Biotec), Verónica Infante (Citrícola San Miguel), entre otros.
"Tucumán creció en gestión ambiental"
Así lo aseguró Alfredo Montalván, quien elogió la instalación de reactores anaeróbicos para la obtención de biocombustible y otros tratamientos alternativos, como los humedales. Además, resaltó los óptimos efectos que produjo el Plan de Reconversión Industrial.
También destacó que el reciclamiento de los residuos arroja efectos económicos positivos.
Alfredo Montalván, secretario de estado de medio ambiente de la provincia, destacó que “Tucumán ha crecido en la gestión ambiental de las distintas industrias”, según su parecer.
Asimismo resaltó que hay sectores de las actividades citrícola y azucarera que han adoptado los reactores anaeróbicos para la obtención de biogas y tratamiento de sus efluentes. “En Acheral también están trabajando muy bien con humedales, en otras empresas mezclan residuos cloacales y les dan tratamiento”, señaló.
Mientras que recordó que hubo un punto de inflexión, que es el cambio de política ambiental, marcado por el Plan de Reconversión Industrial (PRI): de la disposición (vertimiento de desechos a cursos o espejos de agua) al tratamiento, sobre todo, de la vinaza. “Ahora estamos intentando utilizar esta fuente de recursos para convertirla en combustible o fertilizante, lo cual nos coloca en una ventaja comparativa”, aseguró.
El autoabastecimiento de energía a partir del tratamiento de la vinaza
Con el gas obtenido del reciclado de este subproducto, el ingenio Trinidad tendría la capacidad de producir cuatro megavatios de electricidad por hora. Suficiente como para alimentar su ingenio y destilería. "El sobrante puede ser vendido y la cachaza puede pasar de la caldera a una fábrica de papel", dijo el arquitecto Rafael Goro.
“Sin embargo, los demás residuos líquidos, que no contaminan tanto como la vinaza, seguirán siendo arrojados a los ríos”, aceptó representante del ingenio.
Otra de las ponencias de la primera jornada provincial de tecnología ambiental agroindustrial estuvo a cargo del arquitecto Rafael Goro, asesor del ingenio y destilería Trinidad.
En su exposición se refirió al tratamiento de la vinaza y, en segundo término, a la generación de gas con los productos residuales. En diálogo con tucumanhoy.com informó que el objetivo es degradar la vinaza para cumplir con todas las reglamentaciones y no contaminar. “El primer paso es separar la vinaza de los demás residuos orgánicos, ya que es la que mayor cantidad de residuos perjudiciales tiene. Los demás desechos se continuarán volcando a los ríos”, afirmó.
“La vinaza, actualmente, es arrojada en terrenos demasiados salitrosos e improductivos del sur, pero acabamos de comenzar la construcción de una planta de tratamiento que nos permitirá reutilizarla en un 100%”, agregó.
El arquitecto Goro aclaró que “mediante el nuevo plan de tratamiento de vinaza, el ingenio Trinidad producirá fertilizante y una cantidad de combustible suficiente como para autoabastecerse de energía eléctrica, por lo cual podrían vender el excedente de bagazo, que en la actualidad se utiliza en las calderas. “Luego de un proceso de limpieza del gas, la producción de electricidad podría alcanzar los cuatro megavatios por hora”, resaltó.
Aparte, subrayó que, de esta manera, se previene el efecto invernadero causado por la contaminación atmosférica, ya que “el gas quemado es diez veces menos pernicioso que la cantidad de metano que se produce mediante la corrupción natural de los residuos”.
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