De acuerdo a las estadísticas que lleva la Cooperativa Eléctrica de Berrotarán, la instalación de medidores domiciliarios provocó la disminución del consumo de agua. Con esos medidores, en esta localidad también se empezó a cobrar el agua según lo que cada usuario use.
Según el presidente del consejo de administración de la Cooperativa, Domingo Cismondi, el 76 por ciento de los usuarios consumen menos de 15 mil litros mensuales, que son los fijados como piso para cobrar la tarifa mínima, a partir de los cuales aumenta el costo por cada mil litros de más consumidos.
“Dentro de ese porcentaje, muchos no llegan a 10 mil litros por mes, por lo que sumando el 34 por ciento restante que consume más, hacemos un promedio general que no llega a 15 mil litros por usuario”, explicó Cismondi.
Ya se colocaron algo más de dos mil medidores y se continuará hasta completar toda la localidad. Resta hacerlo en una parte menor de la localidad.
Más perforaciones
Mientras, la Cooperativa ya está trabajando en la realización de estudios geoeléctricos para determinar en qué lugar se efectuará una nueva perforación para extraer agua potable. Los dos pozos abiertos el año pasado no logran abastecer a toda la localidad por lo que el agua debe ser mezclada con la de una perforación antigua, que contiene altos porcentajes de nitratos. De ahí la necesidad de buscar una nueva fuente de provisión.
La nueva perforación tendrá un costo superior a los 200 mil pesos. “Debemos buscar financiación en la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia y en el ente nacional Enohsa, porque con el Fondo de Inversión recaudamos alrededor de ocho mil pesos mensuales, que no es suficiente para esta obra”, aseguró Cismondi.
Aunque aún no está determinado el lugar exacto para la perforación, se sabe que deberá estar al oeste del pueblo, donde se encuentran napas sin contaminación por arsénico que la harían no potable y de buen caudal de agua.
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