El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) registró en La Estanzuela, en Colonia, el mayor déficit pluviométrico al terminar la primavera de 2008, y del que no hay precedentes en toda la serie que maneja esa estación desde 1931, asegura un informe de la Oficina de Programación y Políticas Agropecuarias (Opypa).
Esta situación, que se repite en buena parte del territorio, está ocasionando importantes daños, que atentan contra el desarrollo de los establecimientos agropecuarios no sólo en la economía directa, sino también por el grave daño ambiental que causa, lo que impone una respuesta política e institucional para mitigar el daño y minimizar los riesgos, asegura Opypa.
Además de La Estanzuela, en INIA de Las Brujas, en Canelones, la información utilizada corresponde al período 1980-2007 y las lluvias acumuladas desde diciembre 2007 hasta octubre 2008 también fue mínima para ese período, así como el acumulado desde marzo a octubre de 2008.
En la Estación Meteorológica de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM), en Salto, se trabajó con datos a partir de 1948. Las lluvias acumuladas de diciembre 2007 a octubre 2008 es el cuarto valor mínimo de los últimos 56 años, así como el acumulado de abril a octubre de 2008 el tercero, luego de los episodios ocurridos en 1996 y 1997.
En INIA de Tacuarembó, en tanto, se registra el cuarto mínimo en los últimos 29 años. Los valores acumulados menores al actual ocurrieron en 1989, 2004 y 2006, por lo que tres de los cuatro mínimos se registraron en los últimos cuatro años de la serie de 29 años.
En INIA de Treinta y Tres, el acumulado de precipitación desde diciembre 2007 a octubre 2008 es el quinto menor desde 1980, y el acumulado desde abril a octubre 2008 el cuarto, luego de los episodios de 1988, 1989 y 1990.
En Artigas, luego de un verano 2006-2007 excepcionalmente seco, de abril a julio las precipitaciones fueron abundantes, y en agosto llovió cerca de lo normal, según la estación meteorológica de la DNM. Setiembre, en cambio, fue seco pero las lluvias de octubre han paliado la situación, encontrándose tanto Artigas como las regiones aledañas de Salto, Rivera e incluso el Norte de Tacuarembó, en mejor situación que las otras regiones mencionadas.
Daño ambiental
El daño ambiental que está generando esta sequía y al que se refiere en el documento, es una mayor vulnerabilidad a la erosión, pérdida de implantación de especies -tanto las de interés forrajero o agrícola como aquéllas de protección de la superficie-, y agotamiento de aguadas y acuíferos. Además de la adopción de políticas públicas, esto acelera la aplicación de buenas prácticas preventivas a nivel de los establecimientos, que permitan su sostenibilidad en el tiempo, dice el documento.
Opypa asegura que este informe forma parte de los trabajos en curso en esa oficina para llegar a caracterizar tempranamente el riesgo de déficit hídrico, de forma de mejorar su gestión a través del desarrollo de instrumentos específicos, como los seguros de índice climáticos y los fondos de emergencia o contingencia que se están aplicando.
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