La lluvia intensa del sábado fue una buena noticia para el campo. Los estudiantes habían preparado todo para su fiesta de egresados, pero tuvieron que postergarla. Las calles sufrieron muchas roturas.
La mayor parte de la tarde del sábado transcurrió con el cielo plomizo, hasta que se desató la lluvia poco después de las 19, en la despedida de la primavera. El registro oficial fue de 37 milímetros en poco más de media hora y su intensidad dejó a su paso múltiples grietas en calles de tierra, en tanto que las pavimentadas quedaron cubiertas por los sedimentos, que arrastró la corriente.
Alivio y roturas.
A pesar de los inconvenientes en el área urbana, la noticia repercutió muy favorablemente para la zona rural, particularmente afectada por una prolongada sequía. El agua podría favorecer el crecimiento de los cultivos de verano. Al mismo tiempo, se podrá contemplar el desarrollo de las pasturas naturales.
En la ciudad, la lluvia causó graves daños en la periferia y paralizó espontáneamente todas las actividades. Personas que habían ingresado a locales comerciales aguardaron pacientemente para retirarse y otras, que estaban por entrar, permanecieron en los autos hasta que mermó la tormenta, por instantes con granizo.
El tránsito de vehículos mermó abruptamente. Entre sus efectos, fue notoria la escasez de taxis para el transporte público de pasajeros. Apenas dos o tres vehículos se vieron circular por el centro, debido a que la mayoría de los prestadores del servicio –como es de costumbre– prefirió proteger sus rodados, alejados de la intemperie, y evitar exponerlos a posibles accidentes al transitar por calles deterioradas por la corriente.
El agua de la lluvia tardó casi dos horas en drenar hacia las lagunas que rodean el casco urbano. La Quetré Huitrú exhibía ayer un importante crecimiento en su nivel, que había descendido en forma significativa recientemente.
Postergaciones.
Los alumnos de los establecimientos de nivel polimodal habían preparado su fiesta de egresados al aire libre, en el Parque Campos. Pero la abundante lluvia –dado que hubo registros mayores hacia el norte de la ciudad– les obligó a postergar el programa. Para mayor seguridad, lo harían anoche en la sede social del Cetro Rincón Vasco.
Casi con la precisión de un cronómetro, el fenómeno meteorológico condicionó la realización de una caminata de fe, que preveía un itinerario entre el Paseo de la Estación y el monumento de la Virgen del Agro. Era para pedir por la recuperación física de una mujer y su hijita de cinco años, que sufrieron lesiones graves en un incendio accidental a principios de este mes. Al desatarse la lluvia con intensidad, resolvieron reprogramar el acto para ayer, con el rezo del Santo Rosario al pie del monumento de la Virgen, que alcanzó popularidad hace unos días, cuando se difundió una filmación que mostraba un posible movimiento de la estructura de yeso.
A su vez, el diputado provincial y referente de una línea interna del PJ, Roberto Robledo, tenía planeado un mitin en los alrededores del Parque Campos. Ese encuentro quedó automáticamente suspendido y se realizaría mañana, en lugar a determinar.
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