Durante 2007 ese sector de Km 8, muy próximo al Regimiento “Fortín Chacabuco”, creció de manera impensada para cientos de jubilados que residían en el viejo sector y que vieron con asombro cómo los planes del IPV empezaban a avanzar a la vera de la zona de quintas. Hoy se estima que unas 12 mil nuevas familias se han sumado a aquel sector y eso ha generado nuevas necesidades que impulsaron al Gobierno provincial a la licitación de un centro de salud, una escuela primaria y la construcción del edificio nuevo de la escuela secundaria 707.

NO LLEGA AGUA AL TANQUE
Los nuevos vecinos de Standart Norte dicen que han pasado un fin de semana sin agua y que esto no les resulta una novedad porque a esta realidad se suma el hecho de que la presión del vital líquido elemento es mínima, tanto para regar como para que suba al tanque de la casa.
El vecino Juan Barrena, de la calle Código 2427, comentó que pasaron el fin de semana sin agua y que también tuvieron problemas con el suministro eléctrico. También Benigno Montero comentó cómo la pelean a diario para poder tener agua potable en cantidad: “acá está prohibido el uso de bombas de agua, que podría aliviarnos un poco con la presión, por eso estamos resignados a juntar en baldes o jarras, como sucede hoy que es nuestro tercer día sin agua y no queremos perder ni una gota”.

MALOS OLORES
En proximidades del histórico zanjón de la zona de quintas de Km 11, se está acondicionando el sector para construir un nuevo barrio del IPV, lo cual llevó al municipio a frenar el avance de las aguas de cloaca que generaban mal olor. También se entubo un tramo del circuito. No obstante, los que viven enfrente, sobre la calle Código 2436 al 1700 como Rafael Caucaman, cuentan que todo el día deben usar desodorante de ambientes en la casa porque el aroma que emana del zanjón es tan fuerte que impregna toda la vivienda, haciendo imposible los días de mucho calor la permanencia en el interior de la misma.

AVANZA LA BASURA
También Barrena resaltó que no han logrado detener el avance del basural clandestino que está ubicado en la vieja cantera hacia donde da justamente su vivienda. Pero observa con impotencia que “a pesar de que la Municipalidad cerró el ingreso a la cantera, la gente viene y tira basura sobre la ruta; lo peor es que son residuos domiciliarios que bien podrían dejarlos al recolector”.
El vecino indicó que al surgir nuevas necesidades en el sector hubo un grupo de vecinos que se está movilizando para poder concretar un espacio propio que responda a las inquietudes que ellos como nuevos vecinos tienen en ese barrio. Distintas gestiones se estarían haciendo para poder crear una nueva entidad vecinal que se desprendiera de la asociación de Standart Norte, aunque por ahora sólo se están dando los primeros movimientos.
En su momento el municipio prometió que una topadora pondría fin al basural clandestino, pero por ahora no se han conocido novedades favorables. Mientras tanto, se siguen acumulando escombros y residuos.

ENFRENTADOS POR LA CAMISETA
La historia de Rafa Caucaman, de 18 años, es la misma que relatan muchos otros adolescentes que debieron dejar su lugar de origen para mudarse a la zona norte luego de que el Gobierno les entregara una casa del plan social. Provenientes de barrios como el Quirno Costa, Jorge Newbery, Máximo Abásolo, 30 de Octubre, Pietrobelli y San Martín, no logran acostumbrarse al estilo de vida de la zona norte a escasos metros del Regimiento, donde el panorama es un tanto desolador y los enfrentamientos por el fútbol son constantes.
“Extraño mi barrio”, dice el muchacho que profesa devoción por su club “aeronauta” y que para mantener viva la pasión pintó junto a un grupo de amigos los postes de luz con los colores de su equipo de fútbol azul y blanco, lo cual le costaría caro a él y a los suyos sufriendo su hermano de 16 años una feroz golpiza.
El sector más conflictivo se ubica en el triángulo que integran los planes de la Asociación Obrera Textil (AOT), de la Cooperativa 9 de Agosto y de las Viviendas Sociales, sobre el límite de la calle Ignacio Zúñiga.
Apuntó Caucaman que si bien la policía recorre el lugar, “no es un barrio seguro. Yo tengo que caminar varias cuadras para tomar el colectivo y no encontrarme con gente del verde (hinchas de Petroquímica) porque no podemos pasar por su sector”.
Este tema fue oportunamente analizado por las autoridades vecinales que incluso solicitaron la presencia del GEOP para combatir los continuos enfrentamientos y tiroteos que se producían en horas nocturnas en las calles del sector. Así, quien recorra las calles de Standart Norte observará que los postes de la luz están pintados de verde y blanco en alusión a la “14”, la hinchada de aquel equipo.