Los pronósticos hace rato que anunciaban que al inicio de semana una fuerte tormenta llegaría a la ciudad. Si bien al principio el aguacero fue como una bendición ante las altas temperaturas de las últimas jornadas, luego, la cantidad de agua caída y en tan poco tiempo generó que la ciudad se viera nuevamente con calles anegadas tanto en el centro como en barrios alejados, lo que causó un gran caos en el tránsito vehicular.
Desde hacía varias jornadas que la sensación térmica máxima superaba los 40 grados. La ciudad parecía un infierno, lo que se potenciaba en las calles céntricas, en donde la mayoría de los correntinos se abalanzó para adquirir las compras de último momento para recibir la Navidad.
Para hoy se prevé que seguirán las tormentas aisladas, aunque con un leve aumento de la temperatura que podría superar los 36 grados.
Por otro lado, fueron varias las esquinas que se perdieron en espejos de agua. Pasar por la intersección de Jujuy y 9 de Julio, fue una tarea casi imposible. La escena se repitió en varias calles. En el centro, mucha gente se vio sorprendida, primero con el ventarrón y luego con el fuerte aguacero.
“Y, ahora hay que esperar que baje, doña”, señaló uno de los 12 choferes de colectivo que debió estacionar la unidad que conducía en plena calle Chacabuco, donde el agua iba de vereda a vereda.
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