La mancha química sobre el lago del dique Río Hondo, que denunció el lunes último el defensor del Pueblo, Darío Alarcón, fue divisada por diversos testigos, algunos de ellos sufrieron en carne propia los efectos de la contaminación, según informaron desde la Defensoría del Pueblo.
El sábado la División de la Policía Lacustre de Santiago del Estero detectó, cuando realizaba tareas de buceo, la presencia de una mancha densa y aceitosa, de color verde-oscuro y azulado, que burbujeaba y desprendía gases nauseabundos. En la densa superficie de la misma, se observó una importante mortandad de peces.
Se pudo establecer que, este sábado 20, en horas de la tarde, los buzos de la división policial, sintieron una fuerte comezón en la piel y un fuerte ardor en los ojos, ante esta situación dieron parte de la novedad al titular de la unidad, que dispuso los trámites de rigor para determinar la fuente de emisión de esa masa viscosa y nauseabunda que se extendía desde la desembocadura del Río Salí, hasta la proximidad del Dique Frontal.
A todo se sumó el testimonio de un profesional médico que, recién ingresado al sector del embarcadero con su lancha, comunicó a la unidad policial que, en su periplo detectó la mancha y una gran mortandad de peces, en particular, de la especie Dorados, de gran porte, de entre 15 y 20 kilogramos a lo que sumaron bagres, tarariras, viejas, pejerreyes, aves, entre otras especies del ecosistema del embalse de Río Hondo.
Las fuerzas de seguridad pudieron corroborar que la mancha comenzaba en la desembocadura del Río Salí, donde la mayoría de las industrias tucumanas lanzan sus efluentes y se extendía desde el sector conocido como Los Décima y por hasta 18 kilómetros, hasta 600 metros antes de la cabecera del vertedero principal del Dique Frontal de Las Termas de Río Hondo, en una extensión sigzagueante, según lo verificó una comisión especial de buzos y peritos que actuó el sábado por la noche, tomando muestras de agua, fotos y videos. |
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