La decisión de las autoridades ambientales de acoger a trámite el Estudio de Impacto (EIA) del complejo hidroeléctrico HidroAysén, que Endesa y Colbún proyectan construir en la Undécima Región, sigue generando coletazos, esta vez a nivel internacional.
Lo anterior, porque la Comisión para la Cooperación Ambiental de Canadá - Chile, que nació al alero del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países, oficiará al Estado Chileno por incumplimiento ambiental en torno a este proyecto energético, luego que declaró admisible la petición presentada por la coalición “Patagonia Chilena sin Represas”, que agrupa a 50 grupos detractores de la iniciativa, que implica una inversión por más de US$ 3.200 millones.
La solicitud, presentada en junio, apunta al cumplimiento efectivo del Tratado de Medio Ambiente entre Chile y Argentina (1981), pues el TLC con Canadá considera este tipo de denuncias para evitar dumping ambiental.
A juicio de estos grupos, la entrega de la concesión eléctrica provisional a Endesa va en contra del artículo 19 de la Constitución y el Protocolo Específico Adicional sobre Recursos Hídricos Compartidos adscrito al Tratado de Medio Ambiente firmado entre Chile y Argentina en 1991.
La entidad agregó que previo a ello se debía contar con un “Plan General de Utilización” de cuencas compartidas, requisito contemplado en el mencionado acuerdo.
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