La agencia ambiental del gobierno brasileño aplicó una multa millonaria a la empresa responsable de construir una polémica hidroeléctrica sobre el amazónico Río Madeira, tras constatar la muerte de 11 toneladas de peces, informó el organismo el miércoles.
El Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) anunció en un comunicado que multó en 7,7 millones de reales (3,2 millones de dólares) al consorcio Madeira Energía, que tiene entre sus socios la empresa brasileña Odebrecht Investimentos y un fondo de inversiones formado por los bancos Banif y Santander.
Según Ibama, el consorcio también deberá reparar el daño causado. Indicó que la empresa tendrá 20 días de plazo para apelar las sanciones.
Madeira Energia obtuvo en agosto la licencia ambiental para la construcción de la planta en las cercanías de Bolivia, cuyo gobierno manifestó preocupación por el impacto ambiental que podría tener en su país la construcción de dos represas hidroeléctricas, Santo Antonio y Jirau.
Asimismo, activistas han advertido que las construcciones estarán muy cerca de comunidades indígenas que no han tenido contacto con blancos, lo que pondría en peligro su modo de vida.
El superintendente de Ibama en el estado de Rondonia, Cesar Guimaraes, señaló que el consorcio fue "negligente" en la reubicación de peces prevista para la construcción de la planta, lo que provocó su muerte.
"Detectamos que hubo, al menos, imprudencia y negligencia en la reubicación de los peces", dijo Guimaraes, citado por el servicio noticioso estatal Agencia Brasil.
La construcción de la planta obligó a retirar el agua de una parte del río para lo cual se creó una represa que desvió el curso del agua. Según Ibama, al realizar ese proceso el 10 de diciembre, se produjo una "excesiva mortandad de peces".
Un informe presentado por el equipo técnico a cargo de la licencia ambiental, el 12 de diciembre, comprobó que había una gran cantidad de peces muertos, sin que se mejoraran las condiciones para el traslado de los peces al desviar el curso del río.
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