El colapso en el sistema cloacal de la ciudad sumó nuevos antecedentes ayer al sufrir averías las cañerías en pleno centro geográfico de la capital rionegrina, en medio de fétidas emanaciones con casi 37 grados de temperatura.
El desborde tuvo su principal epicentro en el bulevar Contín y Belgrano donde el líquido cloacal brotó por más de dos horas y la única vía de escurrimiento fue la pendiente que termina en unos desagües pluviales ubicados en las inmediaciones. Los desechos fueron a parar directamente al río Negro en la costanera Oeste.
En ese sector de la ciudad funciona además una planta elevadora que conecta con la planta de tratamiento de líquidos cloacales. La empresa ARSA, concesionaria del servicio, viene teniendo graves problemas desde la Nochebuena cuando se averió una cañería de impulsión.
La reparación demandó un buen tiempo dado que las cuadrillas de ARSA debieron trabajar en un complejo cambio de cañería de plástico reforzado, justo en un lugar por donde se instalaron ductos de agua y gas. Los problemas se originaron en una junta que conecta los caños.
Al parecer, con las pruebas que se extendieron por dos días quedaron sucias las cañerías y taparon los filtros, por lo tanto las cargas salieron por el lugar menos indicado; de acuerdo a la versión difundida por la empresa.
El jefe del servicio técnico, Esteban Gentile, explicó a Río Negro" que la masa de sólidos no llegaron en estado puro al curso de agua porque tomamos la precaución de diluirlos" con la aplicación de un antibactericida. Se trata de hipoclorito de sodio que se emplea habitualmente en neutralizaciones de contaminación.
El grave cuadro de funcionamiento que presenta el sistema en la ciudad se encuentra además en discusión en el Superior Tribunal de Justicia. Allí se presentó un amparo ante el deficiente funcionamiento que provocó desde hace más de un año que los desperdicios se vuelquen al río sin el correspondiente tratamiento.
La planta de tratamiento estaría reanudando su actividad recién en los próximos días luego de las reparaciones, por lo que en el ámbito de una audiencia de conciliación, el presidente de la empresa, Jorge Isaac, se comprometió a presentar un plan de trabajo buscando un tratamiento eficaz para que los líquidos dejen de volcarse en forma cruda. Con esa oferta, la audiencia pasó a cuarto intermedio.
Uno de las dudas que hasta ahora nunca despejó la empresa es si el sistema quedó obsoleto para la ciudad, dado que según algunas estimaciones, los circuitos están calculados para unas 40.000 personas cuando en la ciudad viven actualmente 68.000. |
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