La provincia de Chubut también se convirtió en 2008 en una de las más castigadas por la falta de agua y la erupción volcánica que, combinó cenizas y sequía en un cóctel fatal: más de un millón de ovejas murieron sobre un stock total de 4 millones. Además, los ganaderos chubutenses vieron caer en más de un 30%, la producción de lana, señala un informe del diario Río Negro que repasa los estragos que provocó la sequía en varias provincias argentinas.
Millones de pesos en pérdidas y millones de animales muertos, además de miles de hectáreas jaqueadas por la caída de las precipitaciones más importante al menos en las últimas dos décadas. Son las cifras que lamenta el campo en sólo un año, el 2008.
Sólo en el norte del país, en algunas provincias como Santa Fe y Santiago del Estero, castigadas fuertemente por este fenómeno climático, y también en Buenos Aires entidades rurales estiman pérdidas superiores a los 3.400 millones de pesos.
En la Patagonia, principalmente en la región norte de Río Negro las consecuencias globales sólo en ganadería superaron este año los 140 millones de pesos, al tiempo que aún se evalúan los daños para la agricultura.
En tanto, Chubut también se convirtió en el 2008 en una de las provincias más castigadas por la falta de agua y la erupción volcánica que, combinó cenizas y sequía en un cóctel fatal: más de un millón de ovejas murieron sobre un stock total de 4 millones. Además, los ganaderos chubutenses vieron caer en más de un 30%, la producción de lana, precisa el informe del matutino rionegrino.
En Santiago del Estero y Santa Fe se perdió más de un 20% de la superficie sembrada -alrededor de 200.000 hectáreas en cada provincia- sumado a pérdidas importantes en rodeos vacunos.
Informe de los productores
Las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) produjeron un trabajo que elevaron a las máximas autoridades de Agricultura.
"Esta sequía, la peor en cien años, provocó la mortandad del 50% del rodeo de Río Negro, entre muchas otras cosas. Se calcula que este año llovió un 60% menos del promedio normal", explicó el presidente de CRA, Mario Llambías a La Nación, hace escasos días.
Sin embargo, lo que más preocupa es lo que viene para el próximo año y el efecto arrastre que tendrá el actual y desalentador panorama, difícil de cuantificar aún tanto para el gobierno como para los privados.
"Hemos pedido ayuda por más de 50 millones de pesos, además de líneas de crédito especiales para el sector", sostuvo el ministro de Producción de Río Negro, Juan Accatino. "El monto global de pérdidas este año superó los 140 millones de pesos sólo para la ganadería", advirtió.
En el mapa argentino de la sequía, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, La Pampa, Chaco, Tucumán, Santiago del Estero y Río Negro se advierten como las más complicadas. El gobierno nacional sancionó una ley de emergencia agropecuaria por la que se prorrogó el pago de impuestos para los productores afectados por la sequía y destinó fondos de ayuda. Pero el campo los recibió con sabor a poco. Según el informe elaborado por la CRA, en Río Negro la zona más afectada está ubicada en el norte de la provincia con una pérdida del rodeo vacuno de aproximadamente un 50%. A esto deben sumarse, según se informó, más de 800.000 ovinos.
En esta zona, se especifica, cuando el nivel de lluvias histórico promedio es de 350 milímetros, en el 2008 fue de apenas 150 milímetros, es decir disminuyó el nivel de precipitaciones en más de un 57%. En Chubut la situación fue aún peor: un 66% menos.
En Buenos Aires y La Pampa el gobierno nacional declaró el "Desastre Agropecuario", destacando entre las áreas más afectadas a Patagones, Villarino, Bahía Blanca y Puan, entre otras.
La CRA exigió además medidas urgentes para paliar los efectos en los bolsillos de los productores: para la región sur del país -Santa Cruz, Chubut, Río Negro- solicitó un fondo de compensación para mano de obra; fondos de asistencia directa; eliminación de retenciones a exportación de lanas; subsidios para compra de forrajes y maquinarias, y flexibilización de la barrera sanitaria. |
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