“Una inversión de alrededor de 8 millones de dólares anuales puede dejar el río navegable las 24 horas del día. Sin embargo, poco o nada se invierte en mejorar esta que es la principal vía de comunicación del país”, expresó.
Explicó que, en consecuencia, las pérdidas son mucho mayores que esta suma. “Se resienten las exportaciones y las importaciones, así como la venida de cemento desde Vallemí afectando a todo el sector de la construcción”, dijo.
Afirmó que “las pérdidas de la bajante son realmente mayores que el costo de mantener la vía navegable”.
Señaló, asimismo, que el río Paraguay es la principal vía de entrada y salida de todo tipo de mercancías. Nuestro país en los últimos años ha desarrollado la mayor flota fluvial de Sudamérica, que consiste en unas 1.500 barcazas y 300 remolcadores.
Más del 90% de nuestro principal producto de exportación, la soja, sale vía fluvial. El río se ha convertido en la yugular de la economía, es la vía más utilizada, y paradójicamente la menos atendida.
“Así como el Estado en años anteriores se ha preocupado por prevenir el efecto de las subas del nivel del río, construyendo defensas costeras en Concepción, Encarnación y Alberdi, entendemos que es de extrema urgencia establecer políticas de Estado que apunten a mitigar los efectos de la bajante, las que son mucho más perjudiciales que las crecientes”, expuso.
Dijo que las crecidas solo afectan a las zonas ribereñas; sin embargo, las bajantes afectan a todas las importaciones y exportaciones.
Lluvias en Bolivia generan expectativas
La considerable bajante del río Paraguay en esta parte del país dificulta la normal navegación de los barcos que llegan a las comunidades del departamento. Sin embargo, las actuales grandes lluvias que se producen en territorios del Brasil y Bolivia podrían normalizar la situación.
Juan Ortiz, poblador de Bahía Negra, relató que lo mismo sucede con los ríos Negro y Verde, ambos afluentes del río Paraguay. Dichos cauces sirven de límite en una pequeña franja con el país boliviano y actualmente se encuentran prácticamente secos.
La altura actual del río frente al puerto local es de 2,21, con un promedio de bajante de 3 milímetros por día. Las grandes lluvias que actualmente se suceden en territorios brasileño y boliviano podrían aumentar el caudal de estos ríos con lo que se normalizaría nuevamente la navegación fluvial.
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