La sequía parece haberse ensañado con el extremo norte de esta provincia. Un reflejo de la peor sequía desde 1941 se puede observar en los Bajos Submeridionales. Esa extensa depresión ubicada en el centro del Chaco Santafecino, de 20.000 km2, está completamente seca desde hace cinco meses. También se secaron los esteros Las Yeguas. Sólo en cuatro departamentos (9 de Julio, Vera, General Obligado y San Cristóbal) -hay otros cinco más afectados- murieron 200.000 animales y las pérdidas se elevaron a 2000 millones de pesos.
Como si el panorama no tuviera complicaciones, la región ha sido invadida por langostas de todos los tamaños, que comen los escasos espacios verdes y se constituyen en una seria amenaza para el futuro ambiental de la región.
Teresa Burgos de Senn, residente en Cañada Ombú e integrante de la ONG Vida en las raíces, ofreció a LA NACION un relato contundente: "Cada vez quedan menos animales; los campos están quemados. No hay agua, ni siquiera mediante perforaciones a profundidad".
Entretanto, los 20 milímetros que se precipitaron en los últimos 15 días "no alcanzaron para cambiar ni un ápice el panorama en zonas como Cañada Ombú y Los Amores", próximas al límite con Chaco, donde "las tormentas pasan y el desastre queda", según completó Beatriz Zugasti, otra integrante de la citada ONG.
La suma de problemas no se detiene. Un mes atrás, cuando parecía que se cortaba el ciclo de sequía, apresurados por "juntar" agua se llenaron recipientes sin la correcta limpieza y el remedio resultó peor que la enfermedad: a las 48 horas la mortandad de animales había superado la de cuatro meses anteriores. Además, el agua que se consigue para la hacienda es salada y lo poco que se pudo retener en estos días es agua dulce. "Cuando el animal tenga que volver al agua salada, porque ya no haya más agua de lluvia, habrá otra vez una elevada mortandad. Es irreversible", apuntó un especialista.
"Estamos hablando de una pérdida de cuatro cosechas consecutivas. Además, estamos estimando una mortandad de 200.000 animales y una pérdida económica de 2000 millones", dijo el secretario del Sistema Agropecuario, Agroalimentos y Biocombustibles, Carlos Sartor, al término de la última reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria de la provincia.
La desesperación de los productores llevó a liquidar hacienda a precios irrisorios y, desde el gobierno, se estudia la posibilidad de generar un cambio productivo en esa zona. "Parece que no podremos sostener una ganadería a gran escala", alertó Sartor.
La falta de lluvias regulares y las altas temperaturas en el norte santafecino se extenderán hasta la Semana Santa de 2009. Según el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, se observa "una perspectiva que no es la mejor, porque después de un episodio de La Niña tan fuerte, el clima queda en estado de convalecencia". Al ampliar su comentario, señaló que se constatan lluvias intensas en Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú. "Ese frente sale por el norte de La Pampa y el sur de Buenos Aires, dejando a la provincia de Santa Fe en una especie de agujero, lo mismo que el este de Córdoba y la región del Chaco."
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