Numerosas profecías auguran que vendrán a la Argentina por el agua. Elsa Bruzzone es politicóloga y aporta una mirada sobre el agua potable, en particular el recurso hídrico subterráneo, como medio estratégico de este siglo.
Acerca de la posible intervención del Estado para evitar estos malestares, la escritora manifestó: “Simplemente presentar leyes y aprobarlas. Cabe recordar, que hay un cuerpo de legislación internacional (Convenciones adoptadas por Naciones Unidas) que reconoce y ratifica la soberanía de los pueblos y países sobre sus recursos, muchos les dan el nombre de bienes naturales y el derecho a explorarlos y utilizarlos, de acuerdo a lo que el país determine”.
Argentina está situada, junto a los cuatro países que integran el Acuífero Guaraní, sobre uno de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo. Bruzzone se pronunció en relación a este tipo de riquezas. “La Historia ha demostrado y demuestra que el pueblo, el país que no es dueño de sus recursos naturales (agua, selvas, bosques, biodiversidad, minerales, hidrocarburos) para explorarlos y utilizarlos en beneficio propio, cuidándolos para que puedan ser disfrutados por las generaciones venideras, en armonía con la tierra y la naturaleza, estará siempre de rodillas ante los organismos financieros y económicos internacionales, ante las empresas transnacionales y la potencia imperial de turno. Sólo el pueblo, el país que es dueño de sus recursos naturales, es realmente libre, independiente, autónomo y soberano”, agregó en clara referencia a las políticas que se deberían implementar.
Bibliografía
El recorrido de su obra brinda una mirada sobre el agua potable. El Tomo I, que lleva por subtítulo “Un recurso escaso en peligro” y el Tomo II, cuyo subtítulo es: “América, el objetivo más codiciado”.
“Las luchas por los recursos naturales han existido siempre, desde los comienzos de la humanidad. El siglo XX y los primeros años de este nuevo siglo no han sido la excepción. Hoy existen 264 cuencas internacionales y 145 países tienen territorios en cuencas compartidas. Desde 1953 hasta el 2003, el mundo asistió a 1831 conflictos por el agua: 1228 fueron resueltos a través de la firma de Tratados sobre reparto de agua o construcciones de nuevas represas; 37 tuvieron carácter violento, y, de éstos, 21 fueron realmente guerras por el agua. Sin embargo, muchos de los acuerdos son imperfectos al no haber especificado medidas relativas a la repartición de los recursos acuáticos, a la calidad del agua, al control, aplicación y resolución de conflictos y a la no inclusión de todos los países ribereños”, comentó la autora.
Proyección
El Informe de las Naciones Unidas sobre la Situación de los Recursos Hídricos Mundiales -dado a conocer en el 2003, y ratificado por un nuevo Informe presentado en marzo de 2006 en México durante el IV Foro Mundial del Agua, en el cual se advierte que debido al cambio climático, ya el 20% de los recursos hídricos del planeta han sido afectados- revela, en su pronóstico más pesimista, que para los años 2020/2030, sobre una población estimada para ese entonces en 8.000.000.000 de personas, 7.000.000.000 de niños, mujeres y hombres (cifra que representará el 87,5% del total de los habitantes del mundo), no tendrán acceso al agua potable, es decir, a agua buena, dulce, sana, limpia; tendrán que tomar agua contaminada o se morirán de sed.
(Estrategia)
Water for export
El proceso para “exportar” agua parece sencillo. El agua del Litoral, de acuerdo a lo manifestado por integrantes de la ONG Río Paraná, se transporta en el lastre de los barcos. Cualquier buque, para poder navegar, tiene que estar con cierto peso para mantenerlo equilibrado. Así, descargan la mercadería en puerto argentino y cargan agua. Lo que ocurre es que no cargan agua del Río de la Plata, que está contaminado, sino del río Paraná, para la venta.
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