El nivel del río Paraná en la zona denominada Bajo Paraná, frente a la costa de Rosario, experimentó una bajante pronunciada, lo que motivó una advertencia de las autoridades a los bañistas por el peligro que ello implica.
"Hace 10 años que el río no tenía una bajante así", comentó a la prensa el jefe de guardavidas del balneario municipal La Florida, Leonardo Manino, al advertir que la altura del Paraná en la costa marcó ayer 1,58 metros, mientras que la media histórica del río está alrededor de los 3,20 a 3,30 metros. Desde la Prefectura de Rosario indicaron que se prevé que la bajada continúe unos 15 centímetros más.
Desde la Prefectura Nacional delegación Rosario, el prefecto Miguel Bartorelli le explicó a Criticadigital que la causa principal de estas histórica bajada por los últimos años es que “se están produciendo muy pocas lluvias en el norte de Argentina, la cuenca media y alta del Río Paraná y el sur de Brasil”. Las escasas precipitaciones tienen relación inmediata con el fenómeno de la niña que se produce en esta zona de Sudamérica.
Esta situación -agudizada por el calentamiento global- provoca una pendiente pronunciada en el lecho del río y como consecuencia se encuentran reducidos los espacios o sectores para el baño y el esparcimiento de la población. En este sentido, el prefecto aconsejó a los bañistas “extremar los recaudos necesarios así como también a los tripulantes de navegaciones deportivas que naveguen por lugares conocidos y no en riachos o en aquellos sitios en los que se desconoce su profundidad para que no queden varados”, indicó el prefecto a Criticadigital.
El mayor problema que se suscita es el descenso de las aguas que deja a las playas, tanto de la costa como de las islas, muy cerca del canal de navegación, por lo cual el ancho del espejo de agua habilitado para esparcimiento se redujo a 5 metros, de los 25 permitidos en otras temporadas.
La advertencia no está dirigida solamente a quienes utilizan los balnearios ubicados en la costa norte de la ciudad del sur santafesino, especialmente, sino también y específicamente a los bañistas que se cruzan a las islas. "En ese lugar hay que ser más cautos, porque la costa cae a muy pocos metros y, en algunos sectores, no está correctamente demarcada", sostuvo el jefe de los bañeros de La Florida