Hay zonas ideales para la recolección de moluscos que tientan a más de un turista o incluso a vecinos que descreen de los riesgos que puede conllevar una ingesta de productos en determinada época del año. Es que la popularmente llamada “Marea Roja” produce una intoxicación que se manifiesta con síntomas de parálisis y dificultad para respirar, que surge después de comer ciertos moluscos contaminados con toxina que proviene del plancton marino con el que estas especies se alimentan. Sobre este tema El Diario dialogó ampliamente con la doctora Marcela Regnando y la licenciada en nutrición Cecilia Rojas.
- ¿Qué moluscos la transmiten?
- La transmiten los llamados moluscos bivalvos, como los mejillones, las almejas, los berberechos, las ostras, las vieyras y las cholgas. También los caracoles de mar. Los otros moluscos, como los pulpos y los calamares, y otros productos del mar como langostas, langostinos, camarones cangrejos, peces, etc., no presentan riesgo de transmitir esta enfermedad.
- ¿Esto ocurre siempre?
- No. Existen determinadas épocas del año en las que aumenta bruscamente la cantidad de plancton con toxina paralizante. Estas épocas van variando por lo que es necesario informarse en cada caso acerca de la presencia o no de marea roja en una determinada zona.
- ¿Es una enfermedad nueva?
- No, se la conoce desde hace siglos. Al aumentar el tráfico marítimo se ha favorecido su propagación en lugares que durante mucho tiempo permanecieron aislados de esta enfermedad. Argentina y Uruguay han sido los últimos países de América del Sur en verse afectados por ella.
- ¿Hay alguna señal externa en el mar o en los moluscos?
- No. El nombre de "marea roja" no tiene nada que ver con el color del mar o con la presencia de manchas de ese color en el agua. El mar o ciertas partes de la costa pueden verse rojizas sin que exista "marea roja" y, a la inversa, puede haber "marea roja" sin alteración del color del agua. En cuanto a los moluscos, éstos no se alteran en su color, sabor, olor, o aspecto, no se enferman ni mueren, y no existe señal visible que permita identificar cuáles están infectados y cuáles no. Sólo un análisis específico puede detectar la presencia de la toxina.
- ¿Al cocinar estos moluscos se elimina la toxina?
- No. El calor no elimina la toxina, como tampoco el agregado de limón, vinagre o alcohol. Estas últimas sustancias, por el contrario, favorecen la absorción de la toxina. Es importante tener en cuenta que la intoxicación sólo se produce al ingerir los moluscos y no por tocarlos o efectuar cualquier tipo de manipulación con ellos, aun cuando contengan un alto grado de toxina. Tampoco es peligroso beber accidentalmente agua de mar.
- ¿En qué consiste la enfermedad?
- La intoxicación se manifiesta al comienzo por un hormigueo en los labios, lengua, boca y cara. Luego se extiende y se pierde la fuerza muscular. Pueden aparecer parálisis, dificultad respiratoria, náuseas, mareos y vómitos. Estos síntomas suelen aparecer dentro de los 30 a 60 minutos después de la ingesta. Si los moluscos concentran una elevada cantidad de toxina, la intoxicación puede ser mortal, y desarrollarse en muy poco tiempo. Se han notificado casos de muerte a los quince minutos de la ingesta.
- ¿Cuál es el tratamiento?
- No existe antídoto. Los enfermos tienen que ser asistidos lo más rápidamente posible en centros adecuados donde se pueda mantener la función respiratoria hasta que la toxina se metabolice por completo, lo que ocurre alrededor de las 12 horas después de la ingesta. Una vez pasado esto, la recuperación es espontánea. Por todo esto, es fundamental buscar un centro hospitalario apenas se sienten los primeros síntomas de hormigueo en boca, cara o dedos. En la medida de lo posible también es importante llevar restos de la comida ingerida para su análisis.
- ¿Cómo se previene?
- La única forma de prevención es evitar ingerir moluscos bivalvos en presencia de marea roja. Ante cualquier duda, prefiera adquirirlos en un comercio habilitado o en un restaurante, porque esa mercadería ha sido previamente controlada en laboratorios oficiales. Con la intervención del SENASA, que analiza el producto de pesca antes de su ingreso en cadena comercial.
No recolectando moluscos en la playa para su consumo.
El movimiento clandestino de mercadería puede distribuir el riesgo hacia cualquier parte del país. La enfermedad es poco conocida para la población.
Las predicciones apuntan hacia una continuidad del fenómeno en el tiempo. La Marea Roja no desaparecerá. Antes no era un problema, ahora es un riesgo de vida, aseguraron las profesionales.
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