El Gobierno paraguayo iniciará un estudio del planteamiento que realizará a la Argentina para reducir a la mitad una deuda de 12 mil millones de dólares que la represa binacional hidroeléctrica Yacyretá tiene con el Gobierno argentino.
En 1996, por decisión argentina y con el consentimiento paraguayo, se suspendieron las obras de Yacyretá y una nota reversal de 1992 empezó a regir en los aspectos financieros de la EBY, pese a que fue rechazada por el Congreso paraguayo, lo que multiplicó la deuda.
Según antecedentes, por notas del 9 de enero de 1992 las Cancillerías de las dos naciones, socias en el proyecto hidro-energético, adoptaron mecanismos de pago de la compañía Agua y Energía de Argentina por la energía que consume de Yacyretá.
El documento diplomático, que nunca fue aprobado por el Congreso de Paraguay, refería que Agua y Energía abonaría por la electricidad adquirida a Yacyretá en efectivo y mediante notas de crédito del Ministerio de Hacienda argentino. Fuentes paraguayas de Yacyretá indicaron que, por ejemplo, en junio de este año la binacional facturó 52 millones de dólares, pero sólo recibió cuatro millones de dólares en efectivo debido al mecanismo adoptado en 1992.
Argentina dispuso, además, aplicar el “techo” de un millón de dólares mensuales al presupuesto de operación de la hidroeléctrica en virtud de la citada nota que, al no haber sido aprobada por el Congreso paraguayo, carecería de validez legal.
Cuando los gastos operativos de la EBY superaban el límite de un millón de dólares, la cifra se complementaba con préstamos de la Argentina que fueron sumados a la deuda de la entidad con el Tesoro de ese país, que avala toda la carga financiera asumida.
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