Cabe señalar que, en el caso de la ciudad de Corrientes, los primeros en sentir los efectos de la bajante del río fueron los diferentes balnearios que vieron disminuido su espacio de agua habilitada para los bañistas y, en otros casos, el repliegue del Paraná terminó llenando de barro la superficie de playa.
Es más, en el caso particular de la popular Islas Malvinas, la histórica bajante del Paraná es una de los principales motivos que demora su inauguración. “Pasa que es necesario realizar un trabajo de refulado”, señalaron días atrás funcionarios municipales.
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