Por tercera vez consecutiva, productores de arándanos de Gualeguaychú perdieron parte de sus cultivos por la contaminación que genera un emprendimiento de engorde de ganado a corral (feed lot) ubicado a 50 metros de las plantaciones. Así lo denunció el productor Juan Bortairy, quien señaló que los trabajadores tienen problemas de salud, pues aspiran el polvo proveniente del establecimiento, donde se detectó la bacteria escherichia coli.
“Esperamos una respuesta de la Justicia”, apuntó en declaraciones a la agencia AIM, y sostuvo que el emprendimiento cuenta con más de 7.500 animales que producen la misma cantidad de excrementos que todo Gualeguaychú.
Bortairy sostuvo que “la situación viene de larga data y es complicada” y remarcó: “Este año por tercera vez consecutiva tuvimos pérdida de fruta, ya que hay distintas complicaciones a raíz del feed lot Carnes del Litoral, que está ubicado en Colonia El Potrero, Gualeguaychú”.
En ese marco, explicó que en primer lugar “está el tema del polvo, porque a 50 metros del cultivo de arándanos hay 7.500 animales y la tierra del lugar vuela sobre la fruta transportando materia fecal, con patógenos y la bacteria escherichia coli, que convierte a los arándanos en no aptos para el consumo”.
Como agravante señaló que “el polvo que sale de los corrales llega también a las personas provocando distintas complicaciones en su salud”.
En segundo lugar, la cría de ganado en condiciones no adecuadas produce “contaminación por efluentes”, afirmó y sostuvo que otra de las complicaciones es “la emanación de distintos tipos de gases, como el amoníaco”.
Demanda legal
El productor recordó que realizó una denuncia judicial por los inconvenientes que generó el feed lot en su actividad y remarcó que todavía aguarda una respuesta del Superior Tribunal de Justicia (STJ): “Hubo primera instancia, luego apelación y el fallo nos dio la razón y se produjo un cese provisorio de actividades”, detalló.
“Estamos esperando para saber qué pasa, pues pedimos la suspensión total de tareas del feed lot que, aunque cerró un tiempo, sigue funcionando”, reveló y manifestó que “hay varias viviendas en la zona y además un arroyo muy cerca de los corrales, porque no se respeta la distancia de 500 metros que exige la ley”.
En tanto, remarcó que los magistrados constataron la existencia de materia fecal en los arándanos, los riesgos para la salud que la carga microbiológica de esa materia fecal aporta a la fruta, la contaminación del arroyo compartido, contaminación por moscas, contaminación a través de nitraros, fosfato y gas amoníaco, salinización de la zona y principio de desertificación por esta causa.
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