Vecinos de Laguna Naineck aseguraron a esta redacción que el tema del agua está dando muchos problemas en este verano ya que para el grueso de la población, sólo hay un camión encargado de distribuir gratuitamente en vital líquido.
Otros, con red de agua, deben esperar a que salga el agua por espacio de unos pocos minutos por la mañana y por la tarde, con escasa presión.
Según lo que pudo dialogarse con vecinos de aquella localidad, al norte de la provincia, son miles los pobladores que deben anotarse cuando desean que el camión municipal les lleve agua, y una vez en la lista, hay que esperar bastante, ya que los pedidos se multiplican a medida que escasean las lluvias.
Además, las pocas lluvias también ocasionan que los reservorios de muchos hogares se vacíen, ya que se nutren de la lluvia y cuando no hay precipitaciones, muchas familias quedan sin agua.
Si bien la situación no es desesperante, los vecinos consultados consideraron que sería útil otros camiones sumados al servicio, para acortar los días de espera para tener agua en el hogar.
Asimismo, los consultados dijeron que muchos pobladores tienen cisternas de 10.000 litros, que cuando se agotan, lo hacen simultáneamente, generando un repunte en la demanda.
Además, mandar a hacer un pozo de más de 30 metros de profundidad para obtener agua de una napa subterránea, cuesta entre 2000 y 2500 pesos, el cual la mayoría no puede afrontar para aliviar su situación.
Plantaciones de banana
Años atrás, Naineck era una zona algodonera por excelencia, que fue perdiendo esta característica por el bajo precio que pagaban los intermediarios primero, y luego por el avance de la fibra sintética de manera masiva.
Luego, los productores se volcaron a la producción de bananas, pero últimamente con muchos problemas no sólo por el bajo precio, sino también por el clima desfavorable.
Ahora, por ejemplo, la escasa lluvia marca el peligro de la producción, que puede quedar en poco y nada de cosecha, siendo que los costos de los fertilizantes rondan 200 pesos por hectárea. Gastos que por sequía o bajos precios del cajón final de la banana, pueden no recuperarse totalmente.
Las etapas de crecimiento de la planta, hace que de una planta salen varios brotes, pero sólo se conservan dos, uno para el año siguiente y otro para el que sigue. Una sequía prolongada, o la pérdida de la planta por vientos fuertes, hace que la plata invertida en ese vegetal en fertilizantes sea una pérdida, y si por ejemplo uno pierde una plantación de cinco hectáreas, por cualquier causa, está perdiendo unos 1000 pesos de fertilizantes arrojados en esa extensión de plantación.
Es por esto que, ante el escaso precio que se paga por cajón, que llegó a dos pesos por cajón, más la sequía, obligan a los productores a abandonar la producción o bien cambiar el producto a sembrar por otro, con múltiples trastornos.
Quienes sólo viven de la producción de sus plantaciones son los más perjudicados, y entre otras cosas, complica la supervivencia de muchos pobladores en Naineck.
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