La llegada de un nuevo año vino acompañada en el sur de Brasil por fuertes lluvias que, en los últimos cuatro días, obligaron a la evacuación de unos 1.000 habitantes de Santa Catarina, estado que ya había sido golpeado por el mismo fenómeno a finales de 2008, cuando el temporal se cobró la vida de 135 personas, que murieron a raíz de inundaciones y deslizamientos de tierras.
Desde el viernes, el agua azota a unas 17 ciudades del sur brasileño, lo que provoca, además, importantes complicaciones para circular ya que varias rutas del interior del estado y parte de la BR 101 se encuentran bloqueadas. El corte en esa arterial central se da a la altura de la ciudad de Maracajá, donde 130 personas se encuentran aisladas.
Criciúma, Nova Veneza, Turvo e Izara son los municipios más afectados por el temporal de lluvia y viento, según informó Defensa Civil. Unos 1.000 habitantes de esas localidades debieron ser evacuados en las últimas horas, como consecuencias de las graves inundaciones y riesgos de derrumbe.
Para colmo, en esta época, las rutas de Santa Catarina se encuentran muy transitadas por turistas de países limítrofes como Argentina, Paraguay y Uruguay, que optan por veranear en las cálidas playas brasileñas.
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