“Después de 18 años, la unidad sanitaria tiene su propia agua potable, porque estaba tomando el servicio de un vecino ubicado en la vereda de enfrente”, enfatizó la presidenta de la sociedad de fomento del Barrio Ferroviario, Myrian D’Anuzio. “Después de tanto tiempo se acaba de hacer la conexión propia para la salita y para el salón donde funciona nuestra sede social”.
El Barrio Ferroviario mantiene la particularidad de tener el formato de una L, integrado por siete manzanas en las que habitan aproximadamente 250 familias.
Esta delimitado por las calles Dulbecco, Roque Sáenz Peña, Cabrera, Vuelta de Obligado y Magaldi.
La dirigente vecinal evaluó, por otra parte, que uno de los mayores inconvenientes que debe sobrellevar el sector es el estado de las calles de tierra, “las que en días de lluvia se hacen intransitables”. Resaltó la circunstancia de que al barrio concurren decenas de chicos de otros sectores, como Campo La Cruz, Ramón Carrillo, San Antonio, La Celeste, a las tres escuelas que funcionan. “Esto es bueno para nosotros, pero el tránsito se nos hace complicado los días de lluvia, lo que hace casi imposible circular. Incluso, se torna dificultoso llegar a la unidad sanitaria que tenemos”.
Residuos y cordones
Por otra parte, recordó que “en febrero del año pasado la Léstar Química nos donó quince tarros para residuos a instalar en el barrio, en el corralón municipal los terminaron y pintaron, pero me dicen que no tienen los palos para sostenerlos. No puedo lograr que vengan a colocarlos”. Está previsto que se ubiquen dos contenedores por manzana.
Asimismo, la dirigente fomentista expresó el anhelo de que este año se puedan ejecutar las obras de cordón cuneta “que necesitamos con urgencia y nos prometió el secretario de Obras y Servicios Públicos Agustín Pinedo durante una reunión para el 2008. Iban a pasar por la Escuela, la unidad sanitaria, pero supuestamente por el tema del presupuesto lo dejarían para este año. Por lo menos el barrio nuestro, que siempre lo dejan par lo último”.
Cartero
Otro inconveniente puesto de manifiesto por Myrian D’Anuzio tiene que ver con que “cambiaron al cartero de Correos que recorría este barrio, con lo que hace por lo menos dos meses que no recibimos los sobres que tienen que ver con vencimientos de telefonía celular, resúmenes de tarjetas de crédito. Todo lo que antes lo teníamos en fecha ahora, no llega”.
Dijo al respecto que “se ve que el cartero nuevo se pierde o no conoce las casas. Como este sector está determinado por numeración de viviendas y de manzana, no hay señalizaciones en la vía pública”.
La pavimentación es una de las insuficiencias que tiene el barrio. “Una necesidad por la que se viene insistiendo desde hace mucho tiempo. Hace 15 años atrás pagábamos el asfalto. Algunos vecinos dejaron de hacerlo”.
“También pedimos que nos hagan una placita en un lote ubicado al lado de la sociedad de fomento, no importa si no tiene juegos. Solamente que cuente con una vereda, unos árboles y unos bancos donde los vecinos puedan ir a tomar mate. Desde el 2007 esperamos esta obra. No Myrian D’Anuzioasa, con esto que no tienen presupuesto nos dejan para lo último. No creo que se pueda tardar seis meses para conseguir unos palos e instalar los tarros de residuos en el barrio”.
Servicios completos
El resto de los servicios está completo, con el cien por ciento de agua, cloacas, red de gas natural, alumbrado público. Sin embargo Myrian D’Anunzio admitió que más allá de poseer todo esto “es como que estamos estancados, no se progresa como otros sectores”.
Remarcó que “con lo único con que nos alegramos el año que terminó fue que por fin la unidad sanitaria tenga la instalación agua potable propia. Esto significaba que muchas veces el vecino de enfrente donde estaba tomada se quedara sin servicio. Situación que también e reflejaba en que la salita tuviera los baños clausurados constantemente porque no se podían usar. Iba a ser una conexión provisoria, pero duró dieciocho años. Después, no tuvimos otros beneficios para el sector”.
Ampliación de la sede
Los directivos siguen manejando la idea de continuar ampliando la sede social, ubicada en Quintana y Chilavert, “pero nos cuesta, porque estamos trabajando a pulmón. Hay que pintarla, y nos están faltando sillas que no conseguimos. En el 2007 pedimos un subsidio y hasta hoy no obtuvimos respuesta. Cuando organizamos algunas fiestitas para los chicos, nos sentamos en el piso porque no nos alcanzan las pocas que tenemos”.
Por último, recordó que está pedida la construcción de moderadores de velocidad para la esquina Vuelta de Obligado y Cabrera, donde está la Escuela Nº 40, que en días de clase funciona desde la 7 de la mañana hasta las 22.30, donde también dictan sus clases la Media Nº 5 y la ESB Nº 9.
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