En entrevista con LA REPUBLICA, el presidente de OSE, Martín Ponce de León, hizo un balance de la gestión del organismo en 2008, con avances en la calidad del agua a través de la implementación de una red de laboratorios a nivel nacional; diversas obras en la mejora del bombeo del agua, la instalación de plantas de tratamiento y el inicio del proceso para el saneamiento en la Ciudad de la Costa y Maldonado.
OSE implementará una reestructura en la gestión, que ya comenzó, en forma experimental, en Florida. Esto permitirá la ampliación de locales de cobro, mayor información de servicios en la factura y la posibilidad del pago de la misma en forma atrasada. Lo siguiente es parte de la entrevista con Ponce de León.
-¿Cuál ha sido el balance de gestión de OSE durante el año 2008?
-El 2008 fue un año de muchas realizaciones, de avances de proyectos. Enfrentamos 2009 con los valores de inversión más altos de la historia de OSE, con varias licitaciones en plena ejecución, y algunas obras ya terminadas en años anteriores, pero otras en plena ejecución, y en pleno proceso de adjudicación.
Si ordenamos por temas, hay tres grandes áreas: una es el agua, otra el saneamiento, y la tercera, la propia institución.
-En el área del agua, las autoridades fijaron grandes esperanzas en ejecutar la obra de la 6ª línea de bombeo.
-Si tomamos los temas principales, estamos trabajando en temas de volúmenes de agua, y allí la obra más grande en curso, y que en 2009 va a entrar en servicio, y tendrá algún coletazo para el 2010, es la sexta línea de bombeo. Un servicio que arrancó en 1870 y que por lo tanto prácticamente tiene 140 años y sólo ha agregado una línea cada 30 años, de promedio. Es una obra realmente significativa. Tenemos buenas reservas de agua. Se hizo una ampliación en la capacidad de bombeo. Está en plena ejecución en parte, y el resto lo hará en 2009: la ampliación de capacidad de tratamiento de agua. La limitación más grande que tenemos son los caños, por eso se está construyendo la 6ªa línea, y con ella vamos a tener para varios años de agua abundante en el sistema principal.
Con esta línea pasamos de una capacidad de 600 mil metros cúbicos a más de 700 mil metros cúbicos. Se trata de una cañería con varias decenas de kilómetros. Se están ejecutando las áreas que tenemos más estranguladas y críticas para conectar esas partes en el primer semestre del año y que empiece a marchar el sistema mucho mejor.
Luego hay otras líneas que están operativas, como la reciente en Mercedes, y la extracción de agua de un pozo en Sarandí Grande.
-Eso es en cuanto a la cantidad, ¿pero en la calidad del agua?
-En ese caso, lo que se ha hecho en estos años es una modificación de los edificios, los equipamientos y hasta un refuerzo del personal del laboratorio central. Estamos en el proceso de certificación, de acuerdo a las normas internacionales del laboratorio central y de Aguas Corrientes. Paralelamente, fue inaugurado en Fray Bentos el primero de los 10 laboratorios regionales que conforman un sistema en todo el país, para efectuar un control en la calidad del agua muy rápido y con mucha más frecuencia y que abarque a todos los lugares donde estamos suministrando agua.
Prontamente serán inaugurados los laboratorios de Paysandú y Durazno, y resta recibir el equipamiento para que entren en funciones.
Los laboratorios se complementan con el hecho de que se cambió, en 2007, la norma de la calidad del agua, más exigente que la que había antes. En 2009 vamos a seguir trabajando en esa red, y en la certificación de los laboratorios. Allí trabajan profesionales que luego interactúan en otros departamentos, con otras actividades.
-Una de las propuestas de esta administración es lograr que un 100% de la población tenga cobertura de agua potable.
-Sí, pretendemos la universalización del servicio de agua potable. Uruguay tiene entre el 97 y 98% de la población con agua potable, pero ese 2% que falta, es el más difícil, porque es la población que está en los centros urbanos pequeñitos. En localidades que a veces tienen 80, 50 o 20 viviendas. Estamos hablando del Interior profundo. En esos lugares, tenemos más de 400 poblaciones que no tienen el servicio de agua potable. Esa gente cuenta con pozos, cachimbas, sistemas diferentes, más o menos tradicionales, pero a esta altura del desarrollo económico y técnico del país, y ahora que el agua, en la propia Constitución, es derecho fundamental de todos, vamos a llevar el agua a esos lugares, donde hay más de 300 escuelas rurales que carecen del servicio con potabilidad garantizada.
A veces tienen un pozo que está bien; a veces está mal. Permanentemente nos llegan pedidos de los inspectores departamentales de Primaria, indicando un conjunto de escuelas en las que tienen agua en malas condiciones. En todos estos lugares vamos a instalar sistemas de agua garantizada y de buena calidad.
Esto implica una coordinación de instituciones. Firmamos un convenio con Primaria, y estamos trabajando en coordinación permanente con las Intendencias, el Mides y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
-¿Cómo se instrumentará el abastecimiento de agua al Interior profundo?
-Te puedo decir que en Tacuarembó ya tenemos instalados 7 sistemas de abastecimiento de agua, que funcionan a base de paneles solares. Es decir que están instalados en lugares donde ni siquiera llega la energía eléctrica.
Pero ahora vamos a implementar un proyecto que está evaluado en US$ 12 millones para llevar el agua potable a las 300 localidades que están en los entornos de las escuelas rurales, y luego iremos a las demás localidades que ni siquiera escuelas tienen.
A fines de diciembre inauguramos en Sauce del Batoví (Ruta 5, al sur de Tacuarembó) un sistema donde debimos instalar 8 kilómetros de cañería para cubrir el servicio a un total de 88 casas. Se instaló, se realizó el pozo de agua, y valía la pena ver las caras de la gente, que, por primera vez en la vida, pasaba a tener un grifo con algo que en otros lugares nos resulta tan vulgar, pero que en algunas localidades, a la gente le significa muchas horas de trabajo para llevar el agua que la familia requiere.
-¿Cuáles fueron las principales obras de saneamiento que viene desarrollando el organismo?
-Aquí tenemos tres temas centrales: colocar redes de saneamiento en lugares donde no lo hay; instalar plantas depuradoras que mejoren desde el punto de vista ambiental la reinserción de las aguas servidas; y un tercer problema, lograr que se efectúen realmente las conexiones al saneamiento.
En el primero de los casos, se vienen programando obras que pueden ser muy acotadas, como es el reciente caso de la firma del convenio con la Intendencia de Maldonado para llevar el saneamiento a la ciudad de Aiguá. Pero incluye también localidades grandes, como lo es la Ciudad de la Costa. Para esta zona, ya abrimos la primera licitación y fue llamado el segundo proceso licitatorio. Las obras comenzarán en 2009 y su realización va a llevar una punta de años, pero pensamos que en tres años ya esté andando el corazón del sistema, incluida la planta de tratamiento y el emisario.
Estamos empezando una obra importante en Paysandú, con una red de colectores; y una derivación de las aguas residuales hacia la planta de Botnia en Fray Bentos, que procesará junto a sus propios efluentes. Se hicieron plantas nuevas de tratamiento en Melo, Durazno, San José, y se harán otras en Salto, y Paysandú, a lo que se debe sumar otras en Artigas, Mercedes y Colonia.
En el este, tenemos la licitación más grande de saneamiento puro que emprenderá esta administración. Básicamente consiste en la construcción de una nueva planta de tratamiento (para un cinturón perimetral de colectores en todo Maldonado y Punta del Este), y un emisario, para que esas aguas, aun bien depuradas, salgan lejos de la costa. En la licitación, las ofertas fueron más elevadas de lo esperado, por tanto estamos viendo la mejor forma de efectivizar la realización de la obra.
Tanto en agua como en saneamiento, estamos trabajando en todo el país. No hay departamento en el que no tengamos obras.
-¿Cuál es el problema generado por la no conexión a la red de saneamiento?
-Tenemos muchos lugares donde están hechas las redes de saneamiento, y la cantidad de gente conectada no llega al 50%. Para que estas obras realmente rindan, hay que lograr que la población se conecte al saneamiento.
-¿Es un problema de falta de conciencia o de recursos económicos?
-Es una mezcla de las dos. Estamos buscando aumentar la cooperación con las intendencias, porque este es un tema más de trama social que de técnica. Cuando el problema es económico, estamos ayudando con créditos.
-¿Cómo planean mejorar la gestión de OSE para que se convierta en un organismo estatal de avanzada?
-Procuramos cambiar la institución, en cuanto al sistema de relacionamiento muy pesado que OSE tiene con sus clientes. Este será el tema más importante para 2009. Desde noviembre de 2008 comenzó una experiencia piloto en el departamento de Florida, y estamos muy conformes con lo actuado. La implementación del nuevo sistema en todo el país implica la capacitación de unos 1500 funcionarios.
Esperamos que la atención sea mucho más rápida y que redunde en un efectivo beneficio para los clientes.
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