Las quejas de los vecinos y turistas que veranean en Las Grutas se sucedieron ayer debido a que en el marco del intenso calor reinante tuvieron que soportar una serie de cortes del suministro de agua que comenzaron a registrarse a partir del domingo.
Además, en los barrios en los que el agua no se cortó debido a la escasa presión el líquido prácticamente no fluía.
Consultado con respecto a estos inconvenientes el jefe operativo de Aguas Rionegrinas (ARSA), Víctor Basile, manifestó que la situación se desencadenó "debido a los cortes de luz que se registraron el domingo en el marco del pequeño temporal que se desató alrededor de las 19, porque esos cortes impidieron que se generara el rebombeo del líquido, a lo que se suma que poseemos una de las bombas en reparación".
La situación no es para nada alentadora porque Basile manifestó que "hoy (por ayer) seguirán los cortes, y esperamos que mañana (por hoy) pueda finalmente reanudarse el servicio normal".
Según Basile, "en rigor empezamos con inconvenientes desde el 24 de diciembre, porque debido a los cortes de luz y al sistema que posee la empresa para manejar el suministro, que no está sectorizado, cuando la energía cesa y las bombas dejan de funcionar se registra una demora para que el sistema vuelva a tomar presión. Cuando se rehabilita la electricidad, y para tratar de alimentar a las partes más altas de la villa, que son las que primero sufren la carencia de agua, tratamos de graduar el bombeo hacia los barrios más bajos así que lamentablemente todos terminan afectados".
Aunque el funcionario estimó que los últimos cortes cesarán hoy "cuando reparemos el impulsor de la bomba que se dañó durante el fin de semana" el panorama con respecto a la prestación del suministro es preocupante.
"La gran afluencia de turistas aumenta la demanda y las falencias se notan más, a lo que se suma que no existe conciencia con respecto al uso responsable del agua, porque los que no poseen problemas con el servicio derrochan con el riego o el lavado de sus vehículos, y en momentos como éste debemos colaborar todos", planteó el jefe operativo.
La situación de los habitantes de la villa, fue penosa durante una jornada en la que la sensación térmica llegó a los 30ºC y la gran cantidad de público que llegó a disfrutar de sus vacaciones tuvo que apelar a la compra de agua envasada para poder soportar la escasez de agua.
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