“Prohibido bañarse. Aguas profundas”, reza la cartelería colocadas en las playas de la ciudad de Paraná. La advertencia, aunque no siempre es tenida en cuenta por la gente, no es menor: el río Paraná está a 1,29 metros, lo que se torna muy peligroso, debido a que desde la costa, donde se encuentran las playas públicas como las privadas, el canal está a escaso medio metro, donde la profundidad varía entre los 5 a 7 metros.
Con ese nivel el acceso al agua está “terminantemente prohibido”, pero sólo en el balneario Municipal y en el Thompson, la comuna decidió levantar el boyado, pero no sucede lo mismo en las playas privadas, pese a que la situación es la misma. El terreno, debajo del agua es escalonado o para hacerlo más gráfico barrancoso, lo que a medio metro de la costa la profundidad es de entre 5 a 7 metros.
“Con esta bajante, el río está sumamente peligroso y por esa razón ninguna playa está habilitada, ni como tampoco la zona de islas”, dijo a EL DIARIO el prefecto principal José María Bustos.
El río suele ser traicionero por su cambiante régimen (caudal) como el terreno debajo del agua, lo que a decir de Prefectura Naval se deben extremar los cuidados, no sólo para quiénes se bañan como para los que navegan.
MENOS AGUA. De acuerdo a los pronósticos, el comportamiento del río se mantendrá en bajante. Y se estima que para el 13 de enero, el nivel será de 1,20 metros, lo que a su vez, acortará la distancia que existe desde la costa al canal.
“El Paraná es un río de llanuras y su régimen depende exclusivamente de las lluvias”, destacó Bustos. El nivel actual (o por lo menos hasta ayer) era de 1,29 metros, cuando la altura normal es de 3,50 metros. “Hasta tres metros ser estaría en el mínimo de lo normal. No ha habido lluvias, por lo que el río está a 1,29 metros”, acotó.
“Sin dudas el nivel en el que se encuentra el río afecta las operaciones turística, sobre todo en el sector de playas. En Paraná, no hay playas habilitadas, porque se está a muy pocos centímetros del canal, que es muy profundo”, reiteró Bustos.
A menor caudal de agua, el río se torna más peligroso. “En estas circunstancias hay que extremar las medidas de seguridad e insistir con las recomendaciones a la gente”, dijo el prefecto.
Tanto las playas públicas como las privadas están en la misma situación, aunque a decir del prefecto como desde la Municipalidad de Paraná, la responsabilidad si se permite el acceso al agua es, exclusivamente, del privado.
“Nosotros en diciembre pusimos en marcha el operativo Río y Sol, donde estamos volcando todos nuestros esfuerzos a la prevención. Como no existe legislación que prohíba el ingreso de las personas al agua, la tarea nuestra consiste en que aquellos que lo hacen tengan conocimiento de los riesgos y peligros a los que s enfrenta”, acotó Bustos.
BANCOS DE ARENA. Con la bajante, se hicieron visibles los bancos de arena en la zona de islas, que “tampoco están habilitadas”, indicó Bustos. “A deferencia de lo que sucede en la costa del río Uruguay, los bancos de arena que existen, por ejemplo en Concepción del Uruguay, son utilizados como balnearios y están habilitados, pero acá no es así”.
Para quienes utilizan los bancos de arena, desde Prefectura se recomendó extremar los cuidados, ya que puede haber zonas de pique, es decir, que a un paso de la zona más playa los bañeros se encuentre con pozos profundos.
“Los bancos de arena aparecen y desaparecen porque es propio del régimen del río o de la creciente. Las recomendaciones son tanto para quienes usan estos sectores como balnearios como para quienes navegan, ya que si no conocen pueden accidentarse”, explicó.
En tanto, desde la Dirección General de Balneario y Campamento de la Municipalidad de Paraná, la titular del área Amalia Ferreira, ratificó que “está terminantemente prohibido bañarse en las aguas del río tanto en el Balneario Municipal como en el Thompson.
“Está inhabilitado el acceso al agua no así al sector de arenas o la playa, por lo que se duplicó el cuidado en estos sectores, donde siguen trabajando los guardavidas para hacer las advertencias del caso”, aclaró.
EN VICTORIA. En toda su extensión el río Paraná presenta el mismo panorama. La bajante preocupa. En el caso del Victoria en la zona de islas el cauda es poco y “las lagunas están en su totalidad secas y los arroyos en su mayoría están cerrados”, indicó el jefe de la Prefectura de esa cuidad, Luis Portela.
En esa zona, la altura del río frente al puerto de Victoria era de 2,34 metros. “La gran bajante que está sufriendo el río Paraná en estos días afecta gravemente la zona de islas”.
El subprefecto comentó que desde la repartición se hacen recomendaciones en forma permanente a los dueños de embarcaciones y se hace hincapié que en la zona balnearia sólo se puede acceder a las playas que se encuentran habilitadas.
En Rosario también hay problemas
El nivel del Paraná registró ayer una altura de 1,02 metros y continúa en bajante, por lo cual las autoridades rosarinas dispusieron incrementar controles, mientras Prefectura Naval suspendió la navegación en zonas como banco de San Andrés y Los Benitos.
Asimismo, en otros sectores las embarcaciones deben reducir la velocidad para evitar accidentes, mientras el municipio local clausuró dos zonas balnearias de la rambla Catalunya y no se descarta que en la playa La Florida se disponga una medida similar.
El titular de Defensa Civil de la municipalidad de Rosario, Raúl Rainone, dijo a medios locales que “en los próximos días la bajante del río frente a la zona de la ciudad podría llegar a reducirse otros 15 centímetros y por eso se ha ordenado a la Guardia Urbana Municipal que se incrementen los controles y la señalización”.
El gerente de Relaciones Institucionales de la empresa Aguas Santafesinas SA (Assa), Guillermo Lanfranco, dijo en declaraciones a DyN que “se están tomando previsiones frente a la actual bajante del río Paraná, en lo que hace a la prestación del servicio de agua potable”.
Para destacar
Pozos y rayas. A modo de precaución desde Prefectura se recomendó a quienes ingresen al río, sobre todo en la zona de los bancos de arena o espejos de agua deben extremar los cuidados, debido a que puede haber rayas y palometas. Para las embarcaciones, deben navegar a baja velocidad, debido a que algunos bancos de arena no están visibles y la altura del río puede llegar a estar a tan sólo 20 centímetros.
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