Tras una semana templada, el calor y las jornadas tórridas volverán a sacudir a buena parte del país. Ayer los entrerrianos soportaron temperaturas superiores a los 35 grados en promedio. En los centros turísticos, los veraneantes disfrutan del buen clima, pero padecen la escasez de playas producto de la extrema bajante del río Paraná.
Si bien en Entre Ríos el río retrocedió casi dos metros en su cauce, y advierten que la situación podría empeorar, afecta únicamente la permanencia de las playas. Pero en Rosario peligra la potabilización de agua. La empresa Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (Assa), instaló en la víspera una bomba suplementaria, con capacidad para extraer 1.500 metros cúbicos de agua por hora.
Por su parte desde Obras Sanitarias de la Municipalidad de Paraná se descartó que exista algún tipo de inconveniente con la distribución del agua potable, ya que el caño para extraer agua se encuentra casi en el centro del río. Desde hace una década el río no registraba una bajante tan extrema. El Paraná está casi a la mitad de su media histórica de enero, que ronda los tres metros.
A pesar de la circunstancias, la navegación comercial no corre riesgo en esta parte del país. En cambio en Chaco, Formosa y Corrientes padecen el desabastecimiento de combustible porque las barcazas no pueden navegar por el bajo caudal, según se informó desde Prefectura Naval Argentina.
Desde la fuerza, mencionaron que las personas que realizan navegación deportiva deben tomar mayores precauciones. También se alertó a los pescadores, ya que a medida que desciende el nivel del río, deben internarse aguas adentro para lograr el pique, porque los peces buscan la hondura del río. Desde el Instituto Nacional del Agua se prevé que a la altura de Rosario haya un descenso mayor del río para el viernes, que podría llegar a 1,15 metros. La falta de lluvia en el norte hace crítica la situación, ya que el Paraná depende del régimen de lluvia.
En el norte entrerriano no hay escala de la altura del río, porque al verse reducido el caudal Prefectura Naval quedó imposibilitada de realizar la medición.
Daniel Silvero, jefe de la Prefectura a La Paz, explicó a UNO: “El domingo subió unos centímetros el río, pero el último registro documentado marcó 2,52 metros de altura, cuando la media es 2,80 metros”.
Silvero precisó que en la ciudad existen dos playas que por el momento se encuentran habilitadas. Asimismo, el funcionario detalló que la navegación comercial es normal, puesto que el canal es profundo. De igual modo, Silvero pidió precaución para los practicantes de navegación deportiva y los bañistas porque “las playas están muy cerca del canal”.
Por su parte, José María Bustos, prefecto principal jefe de la Prefectura Paraná, pidió “muchísimo cuidado” a los bañistas porque el canal secundario tiene entre cinco y siete metros de profundidad y se encuentra cerca de las playas. También solicitó precaución a los concurrentes a los bancos de arena porque son zonas peligrosas, que están sin explorar.
Bustos comentó que el Paraná podría bajar otros centímetros más durante enero, ya que su caudal depende de las lluvias. “No está pronosticado que llueva mucho durante el primer mes del año”.
En tanto, el subprefecto Luis Portela, titular de Prefectura Victoria, manifestó que “la gran bajante que está sufriendo el río Paraná en estos días afecta gravemente la zona de islas”. En este sentido, expresó que “las lagunas están en su totalidad secas y los arroyos en su mayoría están cerrados”.
Luego indicó que la altura del río frente al puerto de Victoria era de 2,34 metros, y precisó que a mediados de 2008 se registró una bajante importante pero no al nivel actual.
El subprefecto comentó que desde la repartición se hacen recomendaciones en forma permanente a los dueños de embarcaciones y se hace hincapié que en la zona balnearia sólo se puede acceder a las playas que se encuentran habilitadas.
En Diamante, la altura del río es 1,50 metros cuando la normal es 3,20. Sin embargo, desde Prefectura se dejó en claro que no hay problemas por el momento, ya que el puerto local es de ultramar. En la Ciudad Blanca hay playas habilitadas, ya que por la llegada de buques de gran porte la zona no tiene problemas.
“Aparecerán rayas y palometas” en islas de Rosario
En diálogo con LaCapital.com, el prefecto Sergio Charles, jefe de operaciones de Prefectura Rosario, señaló: “Se deben extremar las medidas de seguridad cuando se navega. Todos los riachos donde normalmente se navega hoy tenemos 20 centímetros y en algunos sectores no se puede pasar más. Y con la tendencia de bajante que tiene el río para el fin de semana, prácticamente por algunos lugares no se va a poder pasar. Así que todos aquellos navegantes que quieran ir a esos lugares deben hacerlo a la mínima velocidad posible”.
Por otra parte, Charles comentó: “Al bajar las aguas lógicamente tenemos el peligro de que aparezcan rayas y palometas. No es que haya una proliferación de éstos sino que al verse reducido el caudal de agua es como que se producen agrupamientos y ése es el peligro”, agregó el funcionario. Al ser consultado sobre los registros históricos de la bajante destacó: “Según mis registros en 1989 se dio una bajante que llegó a los 75 centímetros y en 1972 otra de un metro. Hoy no estamos muy lejos de esa marca aunque es difícil pronosticar si se llegará al récord histórico”.
Menos combustible
En Corrientes, los efectos de la bajante del río no sólo repercuten en los diferentes balnearios que vieron disminuido su espacio de agua habilitada para los bañistas, sino que afecta la distribución de combustible.
Según informó diario El Litoral de esa provincia, la bajante del Paraná provocó que barcazas que transportan combustibles se vean impedidas de encallar en Barranqueras. Esto llevó al desabastecimiento de nafta en la región, problema que está siendo aliviado con camiones que llegan desde Santa Fe.
Sucede que la bajante de los ríos Paraná y Paraguay hizo que las barcazas que habitualmente llegaban con combustible no puedan ingresar a Barranqueras, Chaco. Situación que por estos días está afectando a las vecinas Chaco, Formosa, Misiones y, por supuesto, a los surtidores locales.
Para sortear este impedimento generado por los cambios de estado del río, se comenzó a trabajar con el combustible traído desde San Lorenzo, provincia de Santa Fe. A través del transporte terrestre llegan las provisiones del producto hasta las plantas de YPF y Shell ubicadas en el Chaco.
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