Si bien en nuestra ciudad se pretende llegar con la cobertura de agua potable al 90 por ciento de la población, debido a la prolongada sequía que afecta a buena parte del territorio provincial, el otro 10 por ciento que todavía espera comienza a sentir los efectos de la insuficiencia hídrica, que en algunos casos ya no puede atenuar la presencia de los tradicionales pozos.
Armando Guenzatti, ex funcionario municipal en Hidráulica desde la inundación de 1985 hasta 1987, habló de la importante baja que registran las napas freáticas de las que se abastece la ciudad para el consumo diario de agua, que ya se prolonga por más de 14 meses. "Me empecé a preocupar por las napas freáticas debido a la curiosidad que me produjo la baja en el arroyo, que es importante. El nivel del arroyo me llama la atención porque sabe tener ojos de agua que ahora no se ven, es decir que el agua que corre por el Tapalqué es la que proviene de la laguna donde nace, en la laguna que está situada allá por 16 de Julio. Lo he visto pocas veces con tan bajo caudal".
Al tanto de la existencia de un freatímetro en las instalaciones del Aeropuerto local, Guenzatti se preocupó en obtener datos y confeccionar una bitácora por demás cuidadosa de los registros que allí se efectúan. "Entre 1983 y 1985 fui secretario de Obras Públicas y en esa época desde la Municipalidad se instalaron en el Aeropuerto local un freatímetro y un pluviómetro. En la ciudad de Olavarría hay pocos pluviómetros, que consisten en un caño que llega hasta la napa, con un flotante, un contrapeso y un mecanismo de relojería para medir las variaciones en el nivel de la napa. Ese mecanismo podría tener alguna falla, pero de pocos centímetros".
Puntualizó además que desde octubre de 2007 hasta la actualidad se mantiene una pronunciada baja que ya supera los dos metros. "Esta escasez de agua se debe a que la napa que viene de las sierras está bajando. Si el promedio histórico era que las napas estuvieran unos 3,15 ó 3,20 metros bajo el nivel del suelo, hoy están en 5,80 metros y continúa descendiendo. Está en franca bajada en los últimos años. Si bien hubo un pico en octubre de 2007 debido a las lluvias que lo situó en 3,70 metros, en la actualidad ya pasó ese registro de 5,80".
Por otra parte, el ex funcionario municipal resaltó que el caso de nuestra ciudad es atípico, puesto que el granito que distingue al Partido actúa como una barrera natural que impide una mayor reserva de agua. "El problema que tenemos en Olavarría es que la capa permeable, donde puede acumularse el agua, es muy chica, de unos 60 metros. La ciudad se encuentra sobre un embudo subterráneo de granito cuyos bordes están en Sierras Bayas, Loma Negra y la sierra de las Dos Hermanas, que es donde está contenida el agua que sirve para aprovisionar a la ciudad. Para tener una idea, en Sierras Bayas el granito está en la superficie, podemos verlo en las canteras. Y en Las Flores, por ejemplo, la distancia entre la superficie y el granito es de unos mil metros; entonces ellos tienen mayores posibilidades de generar más napas con capas de arcilla. Nuestro terreno es que debido a la proximidad del granito tenemos poco terreno permeable".
Guenzatti trató de no alarmar y aclaró que por ahora la situación es manejable, a pesar de la falta de lluvias importantes. "Una de las pocas excepciones se da bajo el barrio CECO y toda esa zona, donde Coopelectric tiene instaladas sus principales bombas. Ahí existe un acuífero subterráneo importante; es una gran laguna subterránea".
Además, intentó acercar posibles soluciones en el corto plazo para aquellos vecinos que sienten la merma en sus pozos, a la espera de que el régimen pluviométrico se modifique sustancialmente. "El problema de los vecinos que se abastecen con agua de pozo es la falla que pueden presentar las bombas centrífugas, pero que se solucionaría si volvieran a la antigua bomba de diafragma de goma. Otra posible solución sería hacer un antepozo a unos dos metros de profundidad y desde ahí medir, con el mismo sistema que se usa en los autos para el aceite pero a mayor escala, a qué distancia se encuentra la napa para que las bombas centrífugas sean efectivas. Pero hay que ser precavidos y ponerle una tapa con declive para que no se inunde el antepozo porque de otra forma quedaría inutilizable la bomba".
Por último, Guenzatti dijo que "no hay que alarmarse demasiado porque las napas freáticas todavía no son un problema, esto se solucionaría con una lluvia importante, por eso es preocupante la sequía. Por los datos que me ha brindado Alicia Pucciarelli desde el Aeropuerto local, en marzo de 2005 hubo un bajón similar. Desde ese momento hasta la actualidad ha habido subidas con algunas mesetas pero nunca un bajón tan pronunciado, que ya lleva 14 meses".
Situación crítica
Desde hace aproximadamente un mes y medio los vecinos del sector delimitado por calle Independencia, las avenidas Sarmiento y Trabajadores y el arroyo Tapalqué sufren en carne propia los efectos de la pronunciada sequía que afecta a la región. Por primera vez en los últimos 15 años no pueden realizar las tareas más frecuentes para esta época en sus domicilios debido a la escasez de agua, ya que esa parte de la ciudad carece del tendido de agua corriente y cloacas. Hacen un mea culpa por no haber recurrido a Coopelectric con anterioridad y pretenden que este problema encuentre una solución definitiva.
Marcelo Collodoro está domiciliado en Rufino Fal, entre Independencia y San Lorenzo, y manifestó que es la primera vez que se da una situación de esta magnitud. Por ese motivo se pidió la intervención de Coopelectric y este fin de semana se llevará a cabo una reunión para que los vecinos se pongan de acuerdo y efectúen un reclamo común para extender la red de agua corriente más allá de la avenida Sarmiento. "El problema es que las napas se están secando y no tenemos agua. Este fin de semana nos vamos a reunir con los vecinos del sector para tratar de llevar algo entre todos a Coopelectric. En este sector todos tenemos los mismos problemas".
Collodoro comentó que su caso se repite con distintos matices en el barrio. "En Fal e Independencia me comentaron que hay un vecino que hace tres días que está sin agua. Nosotros estamos a dos cuadras de Sarmiento y no tenemos agua corriente". Asimismo, explicó que esa carencia no se debe a problemas económicos. "Y no es por no querer pagar. Parece mentira que estemos en el año 2009 y todavía no tengamos agua. Inclusive hay barrios más alejados del centro a los que se está llevando agua corriente". En ese momento, Collodoro subrayó que nunca se decidieron a reclamar como ahora porque no se había llegado a este extremo. "En los más de 16 años que estamos acá jamás habíamos tenido ningún tipo de problemas con el agua, por más que bajaran las napas. Por ese motivo tampoco habíamos necesitado recurrir a Coopelectric para tener agua potable".
A pesar de que la situación no es crítica pero se prolonga ya por 45 días, sí se presentan trastornos inéditos hasta el momento. "Estamos así desde hace aproximadamente un mes y medio. Nos podemos bañar, podemos lavar ropa o las cosas de la cocina, pero si queremos regar o lavar la vereda o el auto, enseguida nos quedamos sin agua. Y hay que llamar a un plomero para cargar la centrífuga. La red de agua y cloacas creo que pasa por avenida Sarmiento, pero acá no tenemos cloacas ni agua".
Para finalizar, Collodoro destacó la buena voluntad con que se encontró en el Servicio de Agua Corriente para superar la escasez de agua a la que se enfrentan. "Cuando se enteraron en Coopelectric, se movilizaron enseguida porque según nos dijeron sería cuestión de extender un poco más la red. Ahora tendríamos que reunirnos en alguna casa de familia todos los que estamos en la misma situación para tratar de ponernos de acuerdo. De ese modo podríamos acceder a un plan que nos permita afrontar las obras".
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