Desde la Prefectura Naval San Nicolás observaron que se trata de “una bajante preocupante y extraordinaria”. La poca cantidad de agua dificulta la navegación comercial y recreativa. No obstante, desde el Puerto afirmaron que los buques pueden maniobrar sin grandes complicaciones.
En su edición de ayer, EL NORTE advertía sobre la sensible bajante del río Paraná frente a las costas nicoleñas. Desde la Prefectura Naval San Nicolás, el jefe de Operaciones, Prefecto Juan Insaurralde, opinó que “es una bajante preocupante, extraordinaria y sin antecedentes inmediatos”.
En la costa nicoleña, la Prefectura registró en la mañana de ayer una altura de 0,76, cuando la media para esta época del año suele ubicarse entre los 1,50 y los 2 metros. Sin embargo, la medición de la tarde mostró una tendencia creciente y la altura del río alcanzó los 0,76 metros.
Acerca de las causas de la baja en el caudal del río, hay que decir que viene determinada por las pocas lluvias registradas en la zona de la alta cuenca del Paraná. “Esa es una situación real, en virtud de la cual no estamos teniendo la cantidad de agua que deberíamos tener”, explicó Insaurralde, quien comentó que la Prefectura maneja también una causal hipotética.
“La mano del hombre y la cala de los buques, que han modificado los cauces de los ríos. Es innegable que el hombre está modificando la naturaleza. Esa es otra hipótesis que estamos barajando”, señaló el Prefecto.
Más allá de las causas que motivaron esta bajante histórica, lo que Insaurralde advirtió terminantemente, es que “esto nos está afectando seriamente”.
“Afecta tanto a la navegación comercial como a la recreativa. Más allá de ser un río caudaloso, el Paraná tiene algunos pasos críticos que condicionan los calados de los buques. Para navegar aguas abajo hacia el Río de La Plata, hay que atravesar un paso crítico de consideración: el paso de “El Canoero” a “El Tonelero”, que en este momento permite el paso de buques con un calado máximo de 9,61 metros. Un buque de porte, para tener ese calado, tiene que estar saliendo con 50 ó 60 por ciento de su capacidad de flete”, explicó el Jefe de Operaciones de la Prefectura Naval San Nicolás.
Más complicada aún parecen ser las condiciones de navegación comercial en el cordón industrial de San Lorenzo – Rosario, donde existen pasos críticos que no permiten un calado superior a los 9 metros.
Insaurralde explicó además, que “si hace falta un dragado, tendrá que ser hecho por los entes correspondientes: por cada puerto, cada terminal”.
Sin embargo, Luis Herrera, administrador del Puerto San Nicolás, sostuvo que por el momento la bajante –“la más grande de los últimos 40 años”, según reveló- no genera grandes dificultades para los buques que maniobran en los muelles del puerto, con un calado de 32 pies.
Navegación deportiva
Otras consecuencias de la bajante impactan sobre la navegación de tipo deportivo o recreativo. En este sentido, Insaurralde explicó que “nosotros estamos haciendo especial hincapié en que la gente evite navegar de noche y extreme las precauciones en el arroyo Yaguarón”.
Una de las recomendaciones de la Prefectura San Nicolás para los navegantes deportivos, es la de entrar y salir por la boca superior del arroyo Yaguarón, en la zona conocida como “La Horqueta”. De igual modo, recomiendan no navegar por el sector que se conoce como “la zona del ferry”, la más baja y conflictiva en estos momentos.
Más allá de que nuestra ciudad no tiene zonas habilitadas como playas, en la Prefectura no desconocen que suele haber bañistas en nuestra costa del Paraná. En este sentido, Insaurralde apeló a la propia conciencia de la gente, y recordó que “las posibilidades de accidente son muchísimas: tenemos menos agua, y apenas el bañista ingresa en el río, ya está en la zona profunda, porque prácticamente no hay playa”.
Ante este panorama, desde la Prefectura Naval San Nicolás comunicaron que fueron incrementados los patrullajes y la presencia de efectivos en diversas zonas.
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