Con la enorme sabiduría que los caracteriza, los Antiguos Pobladores nos enseñan que la circulación de la sangre en nuestros cuerpos se asemeja a la circulación del agua en el Planeta. La Madre Tierra es un ser vivo, y como tal se altera cuando la circulación se altera. Cuando la sangre no fluye se enferma el cuerpo, comenzando por el miembro que sufrió la trombosis u otra razón que impida la circulación de la sangre. Las defensas bajan, los tejidos no se oxigenan y la enfermedad es su consecuencia.
Ocurre lo mismo en la cuenca, en la región que depende de un río que se tranca, se represa, se reprime su circulación. Bajan las defensas de todos los seres vivos que la componen, incluido los humanos.
La cuenca comprende arroyos, nacientes, napas, acuífero y toda la zona de influencia.

Los ríos, las cuencas:
El agua se filtra, se depura, mientras circula. Y toda el agua del Planeta se comunica, circula, fluye. Cuando se detiene se enferma y muere. El agua subterránea, las napas, acuíferos, los ríos profundos, se comunican con los superficiales, ríos, arroyos, lagos, esteros, en un eterno fluir. La Vida depende de la presencia de oxígeno, que se incorpora al agua mientras circula. Menos oxígeno, menos vida. Pero además, la naturaleza se repone enviando plagas y otros males, que pueden ser vectores transmisores de enfermedades, como los mosquitos. La mortandad de peces tiene esta explicación: disminución de oxígeno del agua y cría de algas venenosas, en aguas que no circulan.
La naturaleza transforma lo que ya no sirve y envía toda suerte de bichitos para hacerlo.

Enfermedades de las represas:
Las enfermedades son consecuencia de errores que cometemos. Conocer sus causas nos ayuda a no repetir los mismos errores, a mantener la salud. Las represas bajan las defensas, la calidad del agua, de vida y nos enfermamos con facilidad. Además se reproducen las plagas, los vectores, como el caso del mosquito, que no se cría en aguas que corren, sino en aguas estancadas, represadas, reprimidas.
Las autoridades de salud hablan de evitar los recipientes que acumulan agua, pero no dicen nada de la represa que estanca el agua en amplias zonas.
La leishmaniasis en los perros de Posadas se agudiza con el aumento de la cota de Yacyreta, así como la fiebre amarilla en monos. Lo mismo ocurre con el brote de fiebre amarilla y la leishmaniasis en humanos. Y muchos casos en el interior, que ni nos enteramos…
Nos dijeron que tendríamos mucha energía y muy barata, cuando se realiza Yacyreta (monumento a la corrupción). No se cumplieron las promesas y ahora las repiten con Corpus. Y eso que votamos en contra. Y ahora quieren que votemos nuevamente. Cómo? Hay que votar hasta que gane la corrupción? Hay que votar hasta que nos enfermemos todos? Hasta que baje a cero nuestra calidad de vida, nuestras defensas?
Hasta que los mosquitos y otras plagas terminen con nosotros?
Con Yacyretá nos sobra energía y la vendemos a otros países. Entonces haremos lo mismo con Corpus? O será que algún día nos sinceremos y digamos que Corpus antecede a la HPP, porque aumenta la profundidad de los Ríos y permite la navegación de las barcazas que se llevaran, sin costo, los productos primarios, del Sur de Brasil, del Paraguay y la Argentina?
¿Quién se hace responsable de la enfermedad en los perros, quién se hace responsable de la enfermedad en los humanos?
Nos enferman con la construcción de las represas e hidrovías, nos roban nuestras riquezas, nuestros productos y el agua.

* Juan Yahdjian, médico, miembro del Movimiento Social Misiones (www.movisocialmisiones.com.ar), del Espacio Ecuménico y del Foro de Pensamiento y Construcción Social: juancitochachan@gmail.com